El Nono Pugliese murió tras caer de un restaurante en Palermo. Huyó de un fotógrafo y terminó en una tragedia inesperada.
Una muerte absurda y repentina
La noche del viernes 12 de julio, un episodio tan cinematográfico como trágico terminó con la vida de Nicolás Pugliese, más conocido como «el Nono», un empresario mediático de 49 años que frecuentaba los círculos del jet set porteño. Su muerte ocurrió al caer desde la terraza de un restaurante de lujo en Palermo, mientras intentaba escapar de un paparazzi que buscaba captarlo en una situación comprometida.
El momento del accidente
Todo comenzó durante una cena íntima en Piso 9, un exclusivo restaurante ubicado sobre la avenida Del Libertador. Pugliese compartía mesa con una mujer cuando notó la presencia de un fotógrafo en el lugar. Incómodo, intentó evitar ser fotografiado y, en un intento por escabullirse por la parte trasera del local, terminó en la azotea del edificio.
Testigos relataron que caminaba por el borde, descalzo, y que en medio de esa maniobra arriesgada perdió el equilibrio y cayó al vacío desde casi 30 metros de altura. Su cuerpo fue hallado minutos después en un patio interno.
Un personaje mediático
Pugliese era un habitual de eventos exclusivos y había construido un personaje conocido por su estilo de vida ostentoso y sus relaciones con figuras del espectáculo. Aunque en los últimos años se había alejado del foco mediático, seguía siendo reconocido en el ambiente nocturno y empresario.
La tragedia no tardó en generar repercusiones. La mujer que lo acompañaba en la cena fue quien alertó al personal del restaurante cuando notó que no regresaba. Al revisar las cámaras de seguridad, se reconstruyó el itinerario de su huida: la persecución fotográfica, la entrada a la terraza y el dramático final.
Investigación en curso
La Justicia investiga si hubo negligencia del local en cuanto a las medidas de seguridad, ya que el acceso a la terraza no estaba restringido. Además, se analiza el accionar del fotógrafo que habría provocado la reacción del empresario.
La muerte de Nicolás Pugliese dejó un vacío en el ambiente farandulero porteño, pero también reabre el debate sobre los límites del acoso mediático y la exposición pública.