Redacción El País
Consumido con moderación y en su forma más pura, el cacao podría tener efectos sorprendentes sobre la salud vascular. Así lo afirma el doctor William Li, médico formado en Harvard y referente internacional en el estudio de la nutrición como herramienta preventiva.
En una reciente entrevista con el doctor Rangan Chatterjee, Li explicó que consumir dos tazas diarias de chocolate caliente elaborado con cacao de alta pureza podría duplicar la cantidad de células madre que circulan por el sistema sanguíneo y mejorar la resistencia de los vasos en apenas un mes.
El efecto positivo, según remarcó, está asociado exclusivamente al consumo de cacao con un porcentaje igual o superior al 80 %, e idealmente al 100 %. Por eso, advirtió que los beneficios no se aplican a cualquier tipo de chocolate, en especial a los ultraprocesados con azúcares, grasas saturadas y aditivos que dominan el mercado.
¿Qué tiene el cacao que lo vuelve especial?
Además de su sabor intenso y amargo, el cacao puro cuenta con un perfil nutricional destacable. Es fuente natural de hierro, magnesio, fibra, grasas saludables, cafeína, teobromina y una gran cantidad de compuestos bioactivos, entre ellos polifenoles y flavonoles. Estos últimos tienen efectos antioxidantes y antiinflamatorios que favorecen la salud cardiovascular.
Estudios publicados en revistas como The Journal of Nutrition, JAMA o Nutrients han documentado sus efectos positivos en la reducción de la presión arterial, la mejora de la sensibilidad a la insulina y la prevención de enfermedades cardiometabólicas, como la diabetes tipo 2 o la arteriosclerosis.
También puede fortalecer el cuerpo en adultos mayores
Más allá del sistema circulatorio, el cacao podría tener efectos positivos en otras áreas. Un estudio reciente publicado en The Journals of Gerontology: Series A reveló que una cucharada diaria de cacao, combinada con ejercicio regular, puede contribuir a disminuir la inflamación, mejorar la fuerza muscular y aumentar la capacidad funcional en personas mayores de 50 años. Todo esto, claro, dentro de un estilo de vida equilibrado que incluya actividad física y buena alimentación.

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Elegir bien es la clave
Para que estos efectos se hagan realidad, no basta con comer cualquier chocolate. El doctor Li fue claro al respecto: lo importante es prestar atención a la calidad del producto y leer bien las etiquetas. “Si la lista de ingredientes te asusta, devolvelo y buscá una opción más simple”, recomendó. La idea es optar por chocolates con un número reducido de ingredientes y un contenido de cacao lo más puro posible, idealmente al 100 %.
Algunas versiones se pueden encontrar en tiendas naturales, mercados orgánicos o plataformas como Amazon, siempre y cuando se verifique su composición. Evitar azúcares añadidos, saborizantes artificiales o aceites vegetales es fundamental.
Cacao sí, pero con moderación y criterio
Como todo alimento funcional, el cacao puede ser un gran aliado si se consume en el contexto adecuado: una dieta balanceada, actividad física y descanso suficiente. La forma ideal de incorporarlo, según los expertos, es en preparaciones simples como el chocolate caliente hecho en casa, sin azúcar, y usando cacao puro o amargo.
Los beneficios no están en el sabor dulce, sino en los compuestos que se conservan en su forma menos procesada. En ese sentido, cuanto más oscuro y amargo sea el chocolate, más cerca estaremos de aprovechar sus verdaderas propiedades.