La cabaña Don Fioto, reconocida por su genética Angus en la zona sur de la provincia de Buenos Aires, volvió a participar de la Exposición Rural de Palermo 2025, en una edición donde la política sanitaria volvió a estar en el centro de la escena. Desde Stroeder, partido de Patagones, el veterinario y titular de la cabaña, Luciano Correndo, expresó su preocupación por la reciente decisión del Gobierno nacional de habilitar el ingreso de carne bovina con hueso a la Patagonia.
“Fue una medida inconsulta, improvisada, y que pone en riesgo el estatus sanitario de una región que se ha construido con mucho esfuerzo. Como veterinario, lo digo con conocimiento de causa: en sanidad, el riesgo cero no existe”, afirmó Correndo.
La resolución del Senasa, apoyada por el Ejecutivo Nacional, permite que cortes cárnicos con hueso plano provenientes de zonas con vacunación ingresen al sur del país, atravesando la histórica barrera sanitaria del Río Colorado, que separa las regiones con y sin vacunación contra fiebre aftosa.

El objetivo oficial fue ampliar la oferta y reducir el precio de la carne en góndola. Pero Correndo rechaza esa justificación:
“El kilo vivo bajó entre un 20 y un 30% en la Patagonia, pero esa baja no se trasladó al mostrador. Perdimos los productores, no ganó el consumidor”.
Consecuencias y pérdida de mercados
Uno de los efectos más preocupantes para los productores del sur fue la reacción negativa de Chile, uno de los principales mercados compradores de carne patagónica. “Se frenaron exportaciones de carne y de hacienda en pie. Los mercados que ganamos bajo un protocolo sanitario estricto hoy están en peligro”, advirtió.
Además, denuncia que no hubo diálogo previo ni evaluaciones de impacto. “Nos dijeron que las consultas estaban hechas, que todo era positivo, pero a los dos días aparecieron comunicados oficiales desde Chile diciendo lo contrario. A la Patagonia se le mintió”.
“Nuestro sector estaba esperanzado con que este gobierno corrigiera ciertas cosas. Pero decisiones como esta generan desconfianza. Necesitamos reglas claras, no parches que destruyen lo construido”, dijo Correndo.
La cabaña
Don Fioto lleva más de 15 años trabajando con Angus en el extremo sur bonaerense, una región que pertenece al área sanitaria reconocida como zona libre de fiebre aftosa sin vacunación. La cabaña es dirigida por Correndo junto a su pareja, Pía Quiroga.
En Palermo, Don Fioto dijo presente con un solo ejemplar, pero con un sólido historial en la pista central. «Más allá de los premios, lo importante para nosotros es mostrar lo que hacemos, porque Palermo es la gran vidriera de la ganadería nacional”, señaló Correndo.