Un fotógrafo experimentó lo que él consideró “el encuentro más importante” de su vida: con su cámara capturó a un quol oriental fluorescente y por primera vez el fenómeno brillante quedó registrado en su hábitat natural.
En 2022, Benjamín Alldridge se adentró en el desierto del suroeste de Tasmania, un área silvestre con aproximadamente 200 km de norte a sur y 70 km de este a oeste que cubre el 20 por ciento de Australia, y fue declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Según relató en su web Fluroscape, se encontraba “solo, frío y un poco miserable”, mientras reflexionaba sobre el punto más bajo de su vida cuando una familia quols orientales se acercaron a las cenizas de la hoguera apagada a su lado.
“Realmente no los habría notado si no fuera por el sonido de hurgar en el pozo y rascar la leña carbonizada. Su enfoque es de puro sigilo, lo que contrasta con lo que había presenciado al final de la noche”, indicó.

El quol oriental, cuyo nombre científico es Dasyurus viverrinus, son una especie de marsupial dasiuromorfo —mamíferos marsupiales carnívoros endémicos— de la familia Dasyuridae originarios de Australia que estuvieron al borde de la extinción.
En marzo de 2018, se transportaron a 20 quoles de Tasmania para su reproducción. Solo cuatro sobrevivieron, seis fueron devorados por depredadores, entre ellos zorros, y otros cuatro atropellados, según un artículo de National Geographic.
Fotógrafo capta por primera vez el brillo natural de un quol oriental
Alldridge contó que los seis quols “al principio eran tímidos”, y acercaban “poco a poco” a la hoguera en “perfecto silencio”. “En el transcurso de cuatro horas, estas increíbles bellezas pasaron el rato conmigo y se volvieron cada vez más descaradas”, agregó y contó que uno de ellos se trepó por su pierna “como su propio gimnasio en la jungla”.
Debido a su experiencia profesional con la biofluorescencia —fenómeno por el cual los organismos absorben luz de alta energía, como la luz azul o ultravioleta, y la emiten en longitudes de onda más largas, lo que resulta en colores visibles como verde, naranja o rojo— Alldridge tenía con él su kit de iluminación “muy especializado”.

“Anteriormente, había trabajado con la especie en un entorno de cautiverio en el Santuario de Vida Silvestre Bonorong, en el sur de la isla, en una visita nocturna privada, pero nunca en la naturaleza. De hecho, nadie lo había hecho. Por lo que puedo decir, estos siguen siendo las únicas tomas que existen de un brillo de quol genuino en la naturaleza”, remarcó.
Así que tomó sus cámaras (Sony modelo ILCE-7M3 y Canon EOS 5D Mark IV), y “con un poco de suerte”, capturó más de 200 tomas “completamente enfocadas manualmente”. “Sentado en silencio, encuadrando, enfocando y esperando, operando luces complejas, bajo la amarga llovizna invernal de Tasmania, totalmente cautivado por la experiencia”, relató.
Alldridge explicó que editó las imágenes “para que sean lo más ‘reales’ posible”, lo que le tomó “meses de investigación” para determinar la mejor manera de procesar las fotos, e implicó una “meticulosa corrección de color” para revertir los efectos de la retrodispersión y las limitaciones del hardware básico de las cámaras que utilizó.
“Con la excepción de las imágenes capturadas con iluminación blanca o de espectro mixto, y las marcas testigo, estas imágenes no contienen luz visible de origen humano. Es decir, toda la luz y el color que se captura en cada imagen, es la fluorescencia pura de los sujetos y el entorno que los rodea”, destacó.

Algunos animales marinos, como peces, corales y medusas; anfibios, como ciertas ranas y salamandras; aves, hongos, tortugas y ardillas voladoras, tienen la capacidad de absorber y remitir la luz con distintos tonos de colores.
La biofluorescencia puede tener diversas funciones, como el emitir brillo para atraer parejas con fines reproductivos; comunicación entre individuos de la misma especie; camuflaje para mimetizarse con determinados entornos; o agudeza visual, ya que podría mejorar la visión en ciertas condiciones.
Solo es observable con luces azules o ultravioletas y filtros amarillos que mejoran el contraste y la visualización del brillo. La técnica es utilizada en investigaciones científicas y en observación de la naturaleza.