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Mientras en una buena parte de Amrica Latina el regreso a la oficina ya es una realidad cotidiana, el panorama argentino muestra una dinmica distinta. Segn el informe «El Futuro del Trabajo en Amrica Latina», elaborado por JLL, el 58% de las compaas en la regin exige a sus equipos que trabajen de forma presencial los cinco das de la semana. En Argentina, ese esquema solo se aplica en una de cada cuatro empresas.
El contraste es fuerte si se lo compara con pases como Per, donde la presencialidad completa alcanza al 80% de las compaas, o Colombia, donde sube al 72%. En Brasil es del 60% y en Mxico, del 54%. En Argentina, en cambio, el modelo hbrido sigue siendo mayora y el regreso total no termina de imponerse.
Presencialidad al 100%
Desde Olivia, una consultora especializada en transformacin organizacional, vienen siguiendo de cerca esta discusin. Para ellos, el problema no es el regreso a la oficina en s, sino la forma en la que muchas empresas lo plantean. «El valor de la presencialidad no est en controlar, sino en lo que puede aportar para construir un buen espacio de trabajo, generar conversaciones importantes y conectar con algo ms que una lista de tareas», dijo Ezequiel Kieczkier, CEO de la firma.
Para muchos trabajadores, especialmente los ms jvenes, el regreso obligado puede leerse como una prdida de autonoma. Si la empresa no ofrece un motivo claro ni una experiencia laboral que valga la pena, el compromiso se diluye. Y eso, tarde o temprano, impacta.
Las dos caras del regreso a la oficina
En Amrica Latina muchas empresas se mueven entre dos modelos opuestos: mientras unas exigen la asistencia diaria, otras mantienen el trabajo remoto sin lmites. Sin embargo, para la consultora ninguno de esos extremos funciona bien si no hay una cultura organizacional slida y un propsito compartido que d sentido al modo de trabajo.
Segn Alberto Bethke, socio fundador de Olivia, el problema est en cmo se implementa la poltica adoptada, ya que imponer reglas sin dilogo ni adaptacin genera resistencia y confusin dentro de las organizaciones. Las compaas que enfrentan este dilema suelen presentar dificultades para equilibrar las necesidades del negocio con las expectativas de sus empleados.