Andrea Bonelli está viviendo un presente artístico que la inspira y la desafía. A sus 58 años, se luce como protagonista de Borges y yo, un espectáculo que combina textos de Jorge Luis Borges, música y una puesta performática dirigida por la legendaria actriz alemana Hanna Schygulla. “Es una obra que tiene un poco de musical y también es muy performática. Es un concepto performático teatral y musical”, explica la artista a este medio.
La obra, estrenada a fines de 2023 en el Teatro San Martín, tuvo una gira internacional que incluyó funciones en Uruguay y dos visitas a España. “Fue bárbaro y muy bien. Hacía un año que no la hacía en Buenos Aires. Estuvimos en Uruguay y en España dos veces. Allí nos fue muy bien en uno de los teatros más importantes de Madrid… Al público español le encantó…”, cuenta con entusiasmo. Por ahora, continuará en el país con funciones en Hasta Trilce.

Aunque reconoce que en un principio tenía dudas sobre cómo sería recibido Borges fuera del país: “A pesar de que Borges es muy internacional y universal, él es muy local… Muchas veces tienen modismos más gauchescos… No sabía muy bien cómo iba a ser la recepción, pero nos fue muy bien”. Lo cierto es que Borges y yo le trajo grandes satisfacciones y aún sigue en movimiento. “Me va llevando a diferentes lugares... Seguiremos la gira en España… No siento que sea una etapa que se esté terminando. Además es muy lindo porque hay una música muy linda”, señala.
La conexión con Schygulla fue clave para que el proyecto se concretara. Se conocieron años atrás y, tras un encuentro en París, la alemana le propuso adaptar su espectáculo Der Tango, Borges und Ich. “Me llega por una artista internacional. Ella es una artista inmensa y un ícono del cine europeo. Que ella se haya interesado por Borges es algo particular. Además le interesa el tango y ella hizo este espectáculo hace 20 años. Trabajar con ella fue un gran aprendizaje”, destaca la actriz ante esta propuesta que no se esperaba.

Asumir los textos de Borges fue, para ella, una sorpresa total. “Jamás me esperaba hacer textos de Borges en el teatro… Nunca lo había pensado. Me metí en algo que me encantó”, confiesa. Y sobre esto, reflexiona: “En esta profesión es algo que nos pasa permanentemente. Ojo, yo también soy de generar mis propios proyectos, pero en esta profesión aparecen cosas que jamás hubieras imaginado. Esto es lo que me apasiona de este trabajo”.
Andrea Bonelli analiza cómo está la ficción hoy en Argentina
Con décadas de trayectoria, Andrea conoce bien los vaivenes del medio. Ante la pregunta sobre la falta de propuestas laborales, responde sin vueltas.
“Hace muchos años que hago mucho teatro. Lo hago desde mucho antes de que hubiera la crisis que hay hoy con la ficción audiovisual. En un momento se pensaba que las plataformas se iban a instalar acá y no sucedió. Entonces, el ámbito más posible hoy es el teatro”, dice. Y añade: “No sé si por edad o no, pero en este contexto a todos nos está sucediendo lo de tener menos trabajo”.
Lejos de desanimarse, expresa: “Yo sigo para adelante siempre. No soy de la nostalgia. No me da enojo porque es una energía que no me lleva a ningún lado. Sí espero que esto se modifique porque hay mucha gente talentosa. Argentina tiene gente muy capacitada para nuestro trabajo…”.
También destaca el valor de las nuevas generaciones: “Las escuelas de cine y de actuación siguen siendo un gran semillero y hay muchos jóvenes que se están formando. Yo les diría que no bajen los brazos. No hay que darse por vencido”.

Cómo vive su presente y por qué aún siente miedo antes de una función
A lo largo de su carrera, Andrea también vivió momentos de replanteos personales. En su juventud, incluso, llegó a cuestionarse si debía seguir actuando: “Fue un momento donde sentí que siempre iba a ser actriz. Ya de grande, a mis veinti largos, me pregunté por qué no me había dado la posibilidad de hacer otras cosas. Tuve un planteo cerca de mis treinta años y finalmente no”.
Hoy, en cambio, no duda: “No me imagino haciendo otra cosa. Pero también me gusta escribir, pensar y estar dentro de los procesos creativos… Hoy no tengo dudas de que mi camino era la actuación. La vida no me dejó dudas”.
Al hacer balance de este presente, dice sentirse con más herramientas. “Me siento con más experiencia… Siento que algunas cosas aprendí. En la vida en general hay muchas cosas en las que las paso mejor. Me parece que la juventud tiene muchas ventajas que tienen que ver con que tenés el mundo por delante y todo es tuyo. Eso también da mucho sufrimiento. Con el tiempo uno entiende más lo verdaderamente importante”, analiza.

Sin embargo, hay algo que no cambia con el tiempo: los nervios antes de subir al escenario. “Eso lo siento como el primer día. No hay nada que me saque esa sensación pese a tener años de teatro… Es bravo. Sigue siendo un momento muy difícil y ahí me pregunto por qué no estoy en mi casa mirando una serie (risas)”, admite divertida.
Al ser consultada respecto a si hoy en día elige proyectos por sed artística o por necesidad económica, ella, con total honestidad, responde: “Creo que por las dos cosas. Soy sumamente agradecida a mi profesión porque pude trabajar muchísimo. Pero este es un trabajo muy inestable, entonces siempre fui muy cuidadosa. Por supuesto que, como todo el mundo, tengo que trabajar para poder vivir…”.
“En realidad lo que me lleva a hacer todo lo que hago es la pasión que siento por esto. Es un motor que no puedo parar. Estoy terminando una cosa y estoy empezando otra… La verdad es que es un privilegio hacer lo que a uno le gusta”, concluye.
Fotos: Gentileza Andrea Bonelli/ Nacho Gonzáles, Carlos Furman y Daniel Karp.
Vestuario: Ménage a trois Boutique y Jean Paul Gaultier.