Manuel “Manu” Urcera, figura destacada del automovilismo argentino, expande sus horizontes más allá del asfalto: desde hace apenas dos meses, publica regularmente en un canal de YouTube que retrata su vida cotidiana como padre, pareja y profesional. Esta nueva faceta lo muestra en modo más íntimo y cercano, generando interés incluso entre quienes no lo siguen durante las carreras.

Según la descripción del canal, los vlogs de Urcera retratan “momentos de tensión”, como se ve destacado en las miniaturas, pero también su rutina familiar junto a Nicole Neumann y su pequeño hijo Cruz, nacido el 18 de junio de 2024. En el último video -subido esta semana-, el piloto narra cómo se preparó para una competencia y regresó a casa para compartir una tarde en familia. Las imágenes muestran paseos, charlas relajadas y escenas de convivencia: el piloto no sale del papel de esposo y padre, y dedica tiempo a estar presente junto a Nicole y su hijo.
Estos vlogs marcan una diferencia para Manu: ya no es solo el campeón detrás del volante, sino un hombre que comparte su día a día, desde las presiones en el autódromo hasta la tranquilidad hogareña. En uno de los episodios anteriores, Urcera incluso se sinceró sobre su relación con Nicole, refiriéndose a ella como “la mujer que le gusta a tus amigos”.

Sorprende además la capacidad de conexión con su audiencia: en apenas dos meses, algunos videos superan las 30 000 reproducciones, lo que demuestra el interés del público por conocer al Manu más personal y menos asociado a la adrenalina de las pistas.
Aunque mantiene su foco profesional en el automovilismo –se espera verlo en próximas competencias del Turismo Carretera– Urcera encuentra en YouTube un espacio para explorar otro rol: el de padre presente, de persona cotidiana frente a la cámara.
La nueva faceta también impacta en su relación con Nicole. En medios locales, ella comentó recientemente que las discusiones en pareja suelen surgir por los celulares, una queja que muchos podrán reconocer. Esta cercanía digital favorece la comunicación entre ambos, pero también abre la intimidad familiar al ojo público.

Con su hijo Cruz como coprotagonista, los vlogs exponen momentos como paseos al autódromo o tardes de juego, en los que se nota una convivencia fluida y cálida. Para los fans de Urcera en el automovilismo, este contenido ofrece una visión más humana del piloto. Para potenciales seguidores ajenos al deporte motor, sirve como punto de encuentro con una rutina familiar moderna.
En ese sentido, las publicaciones de Manu Urcera en YouTube suman una nueva dimensión a su figura pública: la de un papá que, entre aceleraciones y curvas, también acelera sonrisas en su vida familiar. Y lo hace con un estilo relajado, auténtico y cercano, tanto dentro como fuera de la pista.