Los Pumas terminaron el último compromiso de la ventana de julio con un triunfo contudente: 52-17 ante Uruguay. Si bien el equipo de Felipe Contepomi había comenzado con todo y en apenas dos minutos, arrinconó al rival y consiguió la ventaja con un try penal en una jugada que significó una tarjeta amarilla para Mateo Sanguinetti, no lograba ser más que Los Teros.
Uruguay aguantó bien en desventaja y cuando volvió a completarse con 15 jugadores pudo empatar: apoyó Felipe Aliaga y convirtió Santiago Álvarez. El 7 a 7 se mantuvo hasta que sonó la chicharrá, pero en esa última jugada, el equipo argentino pasó al frente en el marcador justo antes de irse al vestuario.
Se desprendió Matías Moroni, sorteó los tackles, se la jugó y corrió al ingoal, apoyó y festejó con el «Topo Gigio» que patentó Juan Román Riquelme. Nicolás Roger, falló en la conversión, pero el equipo se fue al vestuario con una ventaja de cinco puntos.
Tras el reinicio, parecía que todo seguiría cuesta arriba: Joaquin Moro hizo un penal y Los Teros fueron a los palos con la pegada de Santiago Álvarez para achicar la diferencia. Con chequeo en la pantalla, Argentina amplió la ventaja: try del capitán Julián Montoya y conversión de Roger.
Tras la charla en el entretiempo, el Seleccionado local mostró otra actitud. Tras otra buena acción de Moroni para habilitar a Santiago Cordero el wing que el sábado jugó su último partido en Los Pumas y sumó otro try para su cosecha.
Uruguay no reaccionó y Rodrigo Isgró se sumó con su try, pero la mala fue que por una acción revisada, Pedro Rubiolo salió por amarilla y la revisión de bunker le cambió el color: el segunda línea terminó expulsado.
Uruguay sí logró sacar ventaja de su superioridad numérica. Ignacio Alvarez encontró el espacio y se filtró por la izquierda para apoyar con una zambullida al ingoal y otra vez achicar la distancia. De todas formas, Justo Piccardo sumó un nuevo try, Isgró metió su doblete y Agustín Moyano aportó el suyo -todos con conversión de Roger, incluso luego del propio- para confirmar el dominio arrollador con el que terminó el equipo de Contepomi.
