PepsiCo anunció una alianza estratégica con Yara, empresa líder mundial en soluciones nutricionales para cultivos, para lanzar un ambicioso programa que apunta a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en su cadena de suministro agrícola. Esta iniciativa forma parte del enfoque PepsiCo Positive (pep+), que busca transformar las operaciones de la compañía dentro de los límites planetarios, impulsando cambios positivos para el planeta y las personas.
“Este acuerdo de colaboración con Yara representa un avance significativo en nuestra agenda pep+ (PepsiCo Positive). Creemos que la Agricultura Positiva —nuestra ambición de apoyar prácticas de cultivo regenerativas, abastecimiento sostenible y mejores condiciones de vida— será clave para satisfacer la creciente demanda de alimentos a medida que aumenta la población mundial, al mismo tiempo que abordamos la necesidad de proteger y mejorar nuestros recursos naturales y promover el bienestar humano», expresó Paula Santilli, CEO de PepsiCo Latinoamérica.
En su etapa inicial, el programa beneficiará a más de 20 agricultores y abarcará unas 700 hectáreas dedicadas al cultivo de papa en Chile, Argentina, México y Colombia. En fases posteriores, se prevé su expansión a otros países de Latinoamérica donde PepsiCo tiene operaciones, así como la incorporación de otros cultivos como maíz, trigo, avena, coco y plátano.
El eje de la propuesta es el uso de fertilizantes con baja huella de carbono desarrollados por Yara, que permiten a los agricultores reducir sus emisiones hasta en un 60%. Estos productos se elaboran con amoníaco de bajas emisiones mediante captura de carbono o a partir de energía 100% limpia, diferenciándose así de los fertilizantes convencionales a base de gas natural.
Además del uso de estos fertilizantes innovadores, el programa contempla un enfoque integral de descarbonización que incluye:
Optimización del uso actual de fertilizantes, mediante talleres y capacitaciones para mejorar la eficiencia.
Sustitución de fertilizantes convencionales, promoviendo productos con menor impacto ambiental.
Mejoras en la aplicación en campo, adoptando prácticas más eficientes y regenerativas.
Fomento del uso de energía limpia en la producción de insumos.
La alianza no solo promueve un sistema alimentario más sostenible, sino que también acompañará a los productores en su transición hacia un modelo agrícola regenerativo, contemplando apoyo financiero para facilitar ese cambio.