Este domingo, con motivo del Día del Amigo, Mirtha Legrand celebró rodeada de afectos y recibió en su casa a Susana Giménez, su entrañable amiga de toda la vida. La reunión también contó con la presencia de Teté Coustarot, María Teresa Villarroel, Héctor Vidal Rivas, Alejandro Veroutis, Amalia Idoyaga Molina y Alfredo Corti, entre otros.
Con una sonrisa y un look elegante en tonos coral, la diva de los almuerzos compartió una imagen desde su cuenta de Instagram junto a un mensaje lleno de calidez: “Qué alegría poder festejar la vida con amigos. ¡Feliz día a todos!”. La publicación mostró una mesa decorada con mantel floreado, vajilla clásica y un menú simple pero significativo: sándwiches de miga y porciones de budín.

A su lado, Susana Giménez posó con una camisa blanca con bordados negros, el cabello suelto y su clásica actitud descontracturada. Ambas compartieron sillón, risas y una complicidad que atraviesa décadas.
La relación entre Susana y Mirtha es una de las amistades más longevas y admiradas del espectáculo argentino. A lo largo de sus trayectorias, cultivaron un vínculo basado en el respeto mutuo y el afecto sincero, que se mantuvo intacto a pesar de trabajar en canales distintos y liderar formatos televisivos propios.

Sus encuentros televisivos son parte del archivo dorado de la TV nacional: en 1978, Susana visitó por primera vez la mesa de Mirtha; en 2003, la Chiqui se sentó en el living de su amiga, algo que se repitió en 2007. En 2010, protagonizaron uno de los momentos más emotivos de su amistad cuando Mirtha fue la encargada de entregarle a Susana el Martín Fierro de Platino, entre lágrimas y abrazos.
La reunión de este domingo coincidió con una semana cargada de emociones para Mirtha. En el último programa de su ciclo, que se emite los sábados por El Trece, la conductora fue consultada por Luis Novaresio sobre qué era lo que más extrañaba. Su respuesta conmovió a todos: “Mis seres queridos, los que ya no están conmigo. A mi hermana Goldi, a Dani mi hijo, a Daniel… yo me quedé muy sola. Por eso tengo tantos amigos, a los que quiero muchísimo”.

La celebración, lejos del despliegue de grandes banquetes, fue un reflejo del cariño genuino que la une con quienes la acompañan en la vida. Y Susana, como tantas veces, estuvo ahí: en las cámaras, en los recuerdos y, sobre todo, en la intimidad del afecto real.