Pablo Grillo fue herido en la cabeza por una cápsula de gas lacrimógeno durante una marcha frente al Congreso. Hoy atraviesa una dura rehabilitación neurológica. Su familia reclama justicia y destaca los avances en la causa contra el gendarme que le disparó.
Pablo Grillo, el fotógrafo que fue gravemente herido en la cabeza por una cápsula de gas lacrimógeno disparada por Gendarmería durante una protesta el pasado 12 de marzo, continúa su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca. El impacto frontal le dejó severas secuelas neurológicas, y aunque no presenta dificultades motrices, su familia asegura que ya “no es el mismo”.
«Es otro Pablo. Nos cuesta aceptarlo porque lo vemos y es él, pero sus reacciones no», contó su hermano Emiliano en diálogo con Futurock. El joven fotógrafo estuvo 55 días en terapia intensiva y pasó casi tres meses internado en el Hospital Ramos Mejía antes de ser trasladado, el 3 de junio, al centro de rehabilitación donde inició una nueva etapa de tratamiento.
Aunque responde a los estímulos y ha logrado pequeños avances, como participar en talleres o preparar alimentos, su capacidad cognitiva se ve afectada: “Está lento, le cuesta estar atento. No puede comer y escuchar música al mismo tiempo”, detalló Emiliano.
La familia acompaña cada paso del proceso, y destacan los momentos de superación cotidiana. “Mi mamá estaba feliz porque pudo hacer chipas solo”, dijo su hermano.
Avance judicial contra el gendarme acusado
Paralelamente, la investigación judicial avanza. La jueza María Servini citó a indagatoria al gendarme Héctor Jesús Guerrero, acusado de haber disparado la cápsula que golpeó a Pablo. La audiencia fue fijada para el 2 de septiembre y se le prohibió salir del país. Además, la familia presentó un escrito para que también se investigue la responsabilidad de los superiores del agente.
“Era algo que estábamos esperando hace tiempo”, señaló Emiliano.
El día que todo cambió
Pablo Grillo fue alcanzado por el proyectil mientras cubría una marcha de jubilados frente al Congreso Nacional. El impacto lo hizo caer inconsciente en plena calle. Desde entonces, su vida y la de su entorno cambió por completo.
Desde el perfil de Instagram “Justicia por Pablo Grillo”, la familia y amigos comparten su evolución y difunden cada avance en la causa. “¡Gracias eternas por el cariño y el apoyo!”, escribieron al anunciar su traslado al Rocca.
Hoy, mientras continúa su lucha por recuperar su vida, la comunidad que lo rodea acompaña cada paso con esperanza, pero también con el reclamo firme de justicia.