
Barcelona
El año pasado ya se anunció que la sede de la Jefatura Superior de Policía de Barcelona en la Via Laietana sería un espacio de memoria en cumplimiento de la ley estatal de Memoria Democrática. Una declaración que se ha formalizado hoy con la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) en el que se ha designado como lugar de memoria democrática al ser un lugar donde se han cometido “crímenes de lesa humanidad o contrarios a los derechos humanos”, siendo un “nodo principal de la tupida red de espacios y cuerpos represivos de la dictadura” en Catalunya. La titular del edificio corresponde al Ministerio de Interior que mantendrá su uso policial.
La resolución de la Secretaria de Estado de Memoria Democrática establece que la declaración de este sitio como lugar de memoria supone la obligación de garantizar su “perdurabilidad, identificación, explicación y señalización adecuada”. En este sentido, se promoverá la instalación de placas, paneles o distintivo memorial interpretativo, así como señalización “de punto de reconocimiento de las víctimas indicando cuantos datos sean de interés para el conocimiento público de los hechos”.
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Además, se impulsarán itinerarios de memoria y democrática, tanto físicos como virtuales, a fin de que puedan ser visitados. Por su parte, la web de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática recogerá su geolocalización y una ficha con fotografías y audiovisuales.
Entre otras iniciativas, se desarrollarán “mecanismos institucionales” para integrar este espacio en los “circuitos internacionales que respondan a situaciones de construcción de memoria democrática semejantes”. Por otro lado, se solicitarán informes para recabar informaciones sobre la comisaría al departamento de historia contemporánea de la UB y la UAB, así como el Memorial Democràtic de Catalunya.
Torturas y maltrato
El texto publicado en el BOE recoge que a la comisaría llegaron durante los años de la dictadura, personas pertenecientes a la resistencia antifranquista y los movimientos sociales y anarquistas, pero también, personas pertenecientes a la comunidad LGTBIQ+, prostitutas o gitanos “a quienes se encerraban sin haber delinquido”.
A lo largo de la dictadura se estima, que solo en Barcelona, un mínimo de 4.143 personas fue detenidas por actividades políticas, ya fuera por el Tribunal de Orden Público o por la Jurisdicción Militar, siendo gran parte de ellas conducidas a Via Laietana, donde “se les torturaba y se les maltrataba con total impunidad”.