Julieta Silva (36), la mendocina condenada por la muerte accidental de su novio el rugbier Genaro Fortutano en 2017, volvió a ser detenida e imputada por agredir a su nueva pareja, con el que se casó en 2021.
Lucas Giménez, el nuevo marido Silva, está recluido y evita hablar con la prensa. Es el dueño de una importante ferretería en San Rafael, al sur de Mendoza y el padre de una nena de un año que tuvo con la mujer ahora detenida.
Giménez la denunció por golpes y causarle heridas. La Policía acudió al hogar de la pareja tras un llamado de Giménez al 911: lo encontró refugiado en el baño, con escoriaciones e hinchazón compatibles con golpes, según la causa judicial.
El jueves por la tarde fue acusada de lesiones leves agravadas por el vínculo y la Fiscalía dispuso que permaneciera en detención domiciliaria con tobillera electrónica, por tratarse de una mujer a cargo de un bebé.
En la ciudad de San Rafael, la nueva imputación revivió el dolor de la familia Fortunato y recordó los antecedentes de Silva, quien arriesgaba una pena prisión perpetua por haber atropellado con su auto y matado a su novio, pero que consiguió que el tribunal cambie la carátula y la sentenció a un homicidio accidental, con una pena menor.
«Después de la pericia psicológica donde la describía como una persona peligrosa, estaba convencido de que había sido intencional el asesinato de Genaro. La Justicia dictaminó que era un accidente pero esto que ocurrió ahora me da la razón», dice a Clarín, Miguel Fortunato, el papá de Genero.

En el juicio en 2018, la pericia psicológica determinó que Julieta Silva era una persona «egocéntrica, sin sentimientos de culpa, antisocial e histriónica». Los peritos consideraron que tenía escasez de frenos inhibitorios y tenía rasgos de violencia en su personalidad.
El informe pericial también hizo referencia al «narcisismo» y a una «inclinación a la manipulación». Pero el punto más importante es el que destaca que puede ser «peligrosa para otras personas».
A Julieta la vieron discutir con Genaro a la salida del boliche La Mona, en la madrugada del 9 de septiembre de 2017: «Aceleró y le pasó por encima como si nada», dijo un cuidacoche y ese relato fue ratificado por otro testigo, un odontólogo, que estaba con amigos a pocos metros, en el interior de un auto.
Según lo comprobado por la justicia, Silva condujo 150 metros, giró en U y al pasar por donde había quedado tendido su novio, lo atropelló y arrastró su cuerpo tres metros. En el juicio declaró que nunca lo vio y que, en realidad, volvió atrás para devolverle su teléfono celular.
«Ahora los que tienen que hablar son los jueces que no vieron la intención de matar, que todos veíamos. Pero esto, de alguna manera, lo confirma», dice Miguel Fortunato. Y describe el dolor que permanece intacto por la pérdida de un hijo: «Alguna vez alguien me dijo ‘lo vas a superar’. No es verdad. No se supera. Se vive con este dolor, una mochila pesada, para siempre».
La nueva pareja
Después de cumplir la condena a tres años y nueve meses por homicidio culposo agravado por conducción imprudente, negligente, Silva volvió a formar pareja.
Conoció a Lucas Giménez, quien también estaba vinculado al rugby, pero en otro club. Fortunato jugaba en el club Belgrano y Giménez pertenece al club San Jorge.
En San Rafael, cuando Giménez comenzó a salir a con Julieta, muchos de sus amigos se sorprendieron y cuestionaron su decisión. «Dejó de verse y hablarse con algunos amigos, quienes tampoco fueron a su casamiento porque rechazaban a la nueva pareja», comenta Javier, que concurre al mismo club.
Luego de su arresto con prisión domiciliaria y tobillera electrónica en su casa de la ciudad de San Rafael, Silva dio su versión de los hechos a Mediodía Noticias, por eltrece. “No pasó más que una discusión, pero mi nombre pesa. Solo eso voy a decir”, afirmó.
Y aseguró: «Esto con el tiempo se va a arreglar, lo que está pesando acá es mi nombre».
Silva tiene un impedimento de contacto con Giménez. Ella también denunció a su pareja en la Unidad Fiscal de Violencia de Género. Su testimonio en contra de su actual marido ha sido agregado a la causa y la investigación determinará quién dice la verdad.
PS