«Qué honor llegar a una marca registrada como lo es GENTE«, expresa humildemente Julieta Argenta tras finalizar su exclusiva producción fotográfica para Revista GENTE. «Verse en la revista es como sentir que llegaste, no sabes dónde, pero llegaste», explica entre risas la periodista deportiva y de espectáculos que hoy acompaña a dos pesos pesados de la farándula argentina como Ángel de Brito y Yanina Latorre.
Es que, en el vertiginoso mundo del periodismo, pocos perfiles emergen con la fuerza y la rapidez de Juli Argenta, quien hasta hace poco construía su camino en el ámbito deportivo, donde forjó una carrera durante casi una década, iniciando con coberturas en River, el club de sus amores, y luego profesionalizándose en Tyc Sports y Fox.
Sin embargo, la periodista de 34 años ha protagonizado un giro inesperado y meteórico hacia el periodismo de espectáculos, aunque aclara que no descarta en algún momento volver al «palo del fútbol».
Juli Argenta: así fusiona el fútbol y la farándula de la mano de Yanina Latorre y Ángel de Brito

Luego de una producción de fotos adrenalínica para la periodista, Juli Argenta nos sumerge en la fascinante historia de cómo una periodista del «palo del fútbol», fanática de la farándula desde sus años escolares, encontró la oportunidad que transformaría su trayectoria. Desde sus inicios trabajando en Tyc Sports y Fox Sports, hasta su llegada a la radio de Majul en El Observador, donde el incentivo de trabajar con Yanina Latorre se convirtió en la puerta de entrada a un universo que siempre la atrajo.
-Estás como periodista en radio El Observador con Yanina Latorre, en el canal de streaming Bondi Live con Ángel y en América TV como «angelita» en LAM —ambas producciones de Mandarina Contenidos—. Qué volantazo que pegaste este último año.
-La verdad es que fue como mucho cambio junto de golpe, o sea, inesperado porque yo venía del palo del fútbol. Si miro retrospectivamente, arranqué re pendeja en los medios, a los 19-20 ya estaba laburando, pero muy en el mundo del fútbol. Pero yo siempre era la típica que consumía chimentos a toda hora. Me acuerdo que fui a un colegio bastante exigente, el Nacional Buenos Aires, y me recibí llevándome materias viendo Intrusos a la 1 de la tarde con Jorge Rial a toda hora. Así que bueno, la farándula argentina siempre estuvo medio presente en mi día a día.
-¿Cómo fue ese salto de cronista de deportes a periodista de espectáculo?
-Un día me llama por teléfono un productor que iba a estar a cargo de un nuevo proyecto en El Observador, la radio de Mahul, y me dice: «Mirá, te tengo pensada para que vengas a la parte de deportes y te voy a seducir porque va a estar Yanina Latorre, es una oportunidad que no te podés perder…». Y cuando escuché que era con Yanina Latorre dije: «Listo, esta es realmente una oportunidad que no me puedo perder, una puerta de entrada al mundo de Ángel de Brito», porque yo era fanática de él desde antes. Le escribía por Twitter a Ángel, siempre lo cuento. Así que bueno, literalmente fue un antes y un después porque volanteé la carrera.
-Siempre quisiste entrar a espectáculos, ¿por qué no lo hacías? ¿no se daba o prejuicios?
-Mirá, viste que el periodismo es una carrera que uno va como agarrando las oportunidades y a mí me pasaba que desde chiquita yo no sabía muy bien qué es lo que quería hacer, pero siempre fui de esta experiencia de hacer camino al andar. Entonces, se me dio una oportunidad en fútbol, tengo una familia muy ligada al mundo de River, el periodismo partidario y arranqué por ahí a tener cada vez más oportunidades, hasta que llegó la oportunidad de la tele en Tyc Sports y Fox, pero siempre yo creo que internamente mi camino estaba ligado al espectáculo, como que se me encendía la sonrisa al hablar de chimentos.
-¿Sabías que esta era tu meta en algún momento?
-Sí, sólo faltaba la oportunidad. En realidad, ahora viendo para atrás, yo creo que también uno busca esa oportunidad porque apenas me tocó compartir la experiencia con Yanina, siempre traté de buscar una vuelta de rosca y y bueno, ella vio algo en mí que me dijo: «Vos estás para otra cosa, no estás para leer portales de las noticias deportivas. Tenés que animarte a más, vos siempre sos muy de estar detrás de la información, de ir a chequear fuentes, de seguir los cuentitos…», y bueno, acá estamos.
-Llegaste.
-Sí, a LAM, que es un mundo aparte, directamente es imposible de explicarlo.
-Vos estabas estudiando psicología, sociología… ¿Qué dijo tu familia cuando arrancaste a laburar en periodismo?
-Bueno, vengo de una familia laburadora, mi viejo es mecánico y mi mamá estudió Bellas Artes, así tenía como esa mezcla de mundos. Pero, al principio, el periodismo lo encontré como una salida porque creo que elegí primero esas carreras de grado más por una cuestión que yo me imponía de haber ido a un colegio de la universidad pública, de que viste, de pronto todos tus compañeros saben lo que van a estudiar y a mí no me pasaba eso y dije: «Bueno, periodismo puede ser una herramienta». Como para aprender un poco de cada cosa y buscar estas respuestas que yo no tenía. Así que se dio naturalmente y mis viejos siempre me apoyaron. Ellos son muy de esa frase de hacé lo que te haga feliz, pero metele con todo. Lo que no se negocia es no laburar.
-¿Qué dicen de este exitoso año que estás teniendo y la exposición?
-No, mis viejos me mandan fotos, imaginate, las clásicas con el PNT y la cajita. Yo creo que hacen collage de todas las fotos que mandan permanentemente. Están siempre pendientes de todas las noticias que hay y lo que pasa en LAM. Yo creo que son un poco el ejemplo promedio de las familias que se sientan en la noche después de todo el día de laburo, y bueno, uno va tomando conciencia de eso, de que es una compañía, día a día de de tantas familias y personas.

-Me estabas contando que Yanina te motivaba a explorar este camino, ¿en qué momento tuviste esa oportunidad de sentarte en el set de LAM?
-La verdad es que ella en ese sentido es súper generosa. Desde el primer momento cuando a ella le tocaba conducir LAM, confió en mí para que yo sea como su angelita y ocupe el sillón de ella, ni más ni menos, porque sabía que siempre iba a estar ahí tratando de ayudarla con toda la información. Sabe que soy una laburante, en ese sentido sí puedo hacer un paralelismo con el fútbol de en la cancha se ven los pingos, así que sabía que en mí podía confiar.
-¿Cómo fue tu primer contacto con Ángel de Brito, tu ídolo?
-El día que lo conocí a Ángel fue una locura. La primera vez en realidad fue cuando él vino a hacer una suplencia a la radio. Ahí lo conocí. Me acuerdo que le compré una caja de alfajores, yo era como la niña fan bebé reno que estaba conociendo a su ídolo más o menos (se ríe).
-¿Qué te dijo cuando llegaste con la caja de alfajores?
-Pará, porque viste que él es re serio, aunque la verdad es que cuando lo tratás diariamente te das cuenta que es un tipo súper tranquilo, pero nada, ese día se mató de la risa, subió una historia y todo. Hubo muy buena onda desde el primer día.
-¿Es ahí donde te empieza a tener en mente?
-Yo calculo que un poco me habrá escuchado en la radio con Yanina, pero la realidad es que gran parte tiene que ver con esta confianza de Yanina hacia mí. En ese sentido fue muy generosa, como te decía, porque lo convenció a él de tenerme como angelita. Le decía: «La tenés que llevar a Bondi porque ella tiene ganas de laburar…».
-¿Y vos te sentías capaz de hacer ese salto con tu ídolo?
-Yo creo que en nuestra profesión es importantísimo, por lo menos los primeros tiempos, que si vos estás convencido de que querés llegar a un lugar, hay que darlo todo y más. En ese sentido yo creo que puedo laburar con ellos, primero y principal sabiendo que esto es un laburo día a día, o sea, que hay mucha gente que quiere estar en ese lugar y que estás todo el tiempo rindiendo examen.

-¿Ya te mandaste alguna o sos muy cuidadosa de la información que manejás o das?
-Yo creo que lo más difícil es cuando hablás por ahí de algún cuerno ligado al fútbol. En esos casos siempre trato como de medir esa cuota, porque a veces pienso, «che, podrá seguir abierta alguna puerta en el deporte», entonces como que soy un poco cuidadosa, no te voy a mentir. Tengo algunos quilombos que logré apagar antes de que salgan o exploten, doy esa oportunidad, obviamente siempre hablando con Ángel o con Yanina, porque hay información que bueno, hay veces que no se puede evitar y otras que sí.
-Sos cauta.
-Trato de serlo. Pero sí nos ha tocado dar, por ejemplo, el acercamiento entre Enzo Fernández y Nicki Nicole, que lo teníamos recontra chequeado, más allá de que lo sigan desmintiendo y demás, un acercamiento hubo, lo hablamos con Valentina, su mujer, en su momento, nos ha tocado hablar de la separación de ellos y de cuando volvieron. Me acuerdo también que hablamos de la separación de Demichelis y Evangelina Anderson, la azafata…
-Encima se da esa convergencia del mundo del fútbol, que es tu tema, con la parte de espectáculo o más farandulera.
-Sí, yo creo que en ese sentido sumo, además que creo que hoy por hoy esa fusión de chimento y fútbol es imbatible. Son las dos pasiones. Cuando hay una noticia de esos dos mundos que chocan es increíble. Lo terminamos de dimensionar con la relación de Rodrigo De Paul y Tini, que es un boom a nivel mundial.
-¿Cuál fue la noticia que más te costó trabajar o dar?
-Creo que la de Demichelis y Evangelina Anderson, pero porque él era el técnico de River, mi familia está muy ligada al mundo River, entonces tenía una sobreinformación tremenda que muchas veces también uno tiene que pensar si te están operando. También había como un resquemor ahí entre medio de los jugadores y él. Entonces como que había mucha información, pero lo teníamos muy chequeado todo. Ellos están bien ahora como familia, viste, que cada uno tiene sus reglas, se sale adelante. Pero sin duda esa noticia fue un escándalo absoluto.
-¿Y en casa qué te dicen cuando tu laburo atraviesa el mundo River o el fútbol? ¿Les copa cuando se fusionan esos mundos?
-Imaginate… Primero y principal, te llama tu viejo, llegás a tu casa y dicen, «no, pará, es verdad esto que a mí me llegó tal cosa», porque en el mundo del fútbol en ese sentido te van sumando más cosas. Yo creo que todos tenemos un cholulo adentro. El que te dice que no, te está mintiendo. Para mí, el argentino es cholulo y está siempre atento a todo, sino mirá el caso Wanda, La China y Mauro Icardi, todos pueden decir que están hartos pero siguen ahí viéndoles las historias. Creo igual que tiene que ver con esto de que todos tenemos como un mini periodista dentro, que hoy con las redes puede ganarte en la primicia.
Sobre Yanina Latorre, Ángel de Brito y LAM: «Aprendo constantemente de ellos y nos une nuestro respeto por el trabajo»
«Creo que ser periodista me define como persona y como mujer también y creo que soy una mina que estoy para la que me necesiten, me gusta laburar en equipo, me gusta escuchar y prestar atención», así se define Juli Argenta, quien no se cansa de agradecerle a Yanina Latorre por haberle abierto las puertas del mundo del espectáculo, y a Ángel de Brito por ser un gran maestro, con su ejemplo en Bondi Live y en el programa de sus sueños: LAM —ambas producciones de Mandarina Contenidos—.

-¿Te acordás cómo fue tu primer programa con Yanina Latorre?
-Sí, salí por teléfono, era un loco porque había muy poco presupuesto en la radio. Digamos, el mismo cronista, que en mi caso era de deportes, salía desde la 6 de la mañana hasta las 6 de la tarde en la radio, por teléfono. Entonces, un día me llamaba Esteban Trebucq, el mismo día me llamaba Majul, después me llamaba Yanina, después Viviana Canosa, que estaba todavía. Era una mezcla y sobre adaptación a diferentes conductores y estilos que también me permitió esta versatilidad, pero yo lo único que sabía es que era como salir a jugar el Mundial, y cuando tenía el momento de hablar con Yanina, iba a dejarlo todo. Y bueno, desde la primera salida que ella olió algo, no sé, era telefónica, ni me conocía.
-¿Y después te pide ir al piso o como se dio esa oportunidad?
-Fue gracias a que hubo un chivo de fútbol, de una marca de electrodomésticos, quizás si no yo hoy no estaría contando todo esto. Había un chivo obligado de fútbol que ella tenía que meter el micro en su programa y nada, desde la primera charla que tuvimos fluyó y vio algo y me pidió que vaya al piso y después luchó para sacarme de los demás programas y estar sólo en el programa de ella. Me acuerdo que desde el primer momento que ella me bautizó con esto de «Mi polla», «Julita», y me puso el apodo, como de pupila.
-¿Qué es lo más parecido que tenés con Yanina?
-Yo creo que la obsesión por el laburo, el respeto por el trabajo. Esto de que empieza el aire y que te olvidás del mundo, te olvidás de los problemas, de los quilombos, de la guita, de la salud, es darlo todo esas 2 horas de programa. Eso es lo que yo más admiro de ella porque la vemos llegar a veces muerta de cansancio, pero se prende el micrófono y ella arranca.

-¿Y de LAM qué podés decirme?
-Ahí sí tengo para contarte porque la verdad es que LAM es un mundo aparte de todo. De hecho, si lo pensás, Yanina tuvo su gran experiencia gracias al escenario de LAM que le dio Ángel. Pero Ángel es de otro planeta, es un obsesivo del laburo, es un tipo que al verlo laburar entendés el éxito que tiene. Él la ve antes de cualquiera de la media, todo lo que pasa. Te hace magia un programa con una mínima historia, creo que él también supo aprender de grandes maestros. Creo que tiene también cositas como de Marcelo Tinelli, de estar atento a pequeñas cosas y usarlo a su favor en tema de reality o momento televisivo.
-¿Cómo lo describirías a Ángel?
-Un distinto. Creo que es el mejor productor que conocí. Es un obsesivo del trabajo. Para mí es un honor poder estar bajo su mando porque aprendo todos los días. Aunque dejame decirte que creo que lo que mejor define a Ángel de Brito y a LAM es que hay un montón de colegas de periodistas que hoy por hoy mueren por ser «angelitas». Él logró que se despersonalice al nombre de una periodista. Es decir, hay minas que quieren más ser una angelita que por ahí se las conozca por su nombre, no sé, como pasar por la experiencia, y eso es un suceso.
-Mencionabas hace rato de que sos prudente con las noticias o los chimentos deportivos, por si en algún momento se abre una posibilidad de volver. ¿Qué sueños tenés como periodistas? En un año hiciste como un montón.
-Sí, a ver, yo creo que el nivel de exigencia de estar laburando con gente tan grosa es como que muchas veces me impide tomar conciencia de a dónde logré llegar en muy poco tiempo, porque venía de otro palo también. Entonces, en ese sentido me cuesta pensar en sueños, pero sí creo que el mayor desafío es tratar de subsistir y sobre todo de tratar de ser fiel a vos mismo. Creo que hay algo en la cámara o en los medios de comunicación que es difícil de explicar, pero como que uno traspasa la pantalla y acompaña a las personas. Entonces más que en sueños pienso en mi mayor desafío: esto de tratar de intentar seguir siendo yo misma y no traicionar mi forma de ser.

¿Hay alguno algún otro periodista o figura con la que te gustaría trabajar? Ya que hablábamos de Ángel y Yanina.
-Sí, me gusta mucho Vero Lozano. Admiro mucho su capacidad de formar equipo, creo que es una mina increíble porque de golpe tiene un montón de gente re diferente en su equipo y ella que es una figura re consagrada por ahí se toma el trabajo de ir a ver al hijo de Juariu… Creo que es maravillosa desde el lado de cómo organiza su programa y cómo prioriza esa buena energía. También como te saca de tu zona de confort y sacarte lo acartonado quizás.
-Bueno, entonces hay como este sueño…
-Sí, podemos decir que sí. Yo creo que todos los que entramos a laburar en tele tenemos como este sueño de trabajar con las grandes figuras de la televisión, como me está pasando a mí.
-Que a su vez trabajar con estas figuras implica tener mayor exposición. ¿Cómo te llevas con eso?
-Y… Mirá, mi novio es re perfil bajo, es anti redes sociales, que a veces eso también juega en contra porque es como que uno resguarda más la parte familiar, que lo respeto un montón, pero también siento que es un cable a tierra. Yo tomo a Ángel de ejemplo, que viste que él en particular tiene su familia hace muchos años y como que no necesitó mostrarla para llegar a ser un número uno. De hecho, él me dice: «Mira que eso no hace falta que vos trances…». Entonces acá muestra el que quiere, ya sea por una estrategia, porque hay gente que disfruta de compartir esa parte con el otro, pero sí, mi vida diaria es nada que ver a la tele. Si me cruzás un fin de semana por Urquiza, voy a estar sin maquillaje, medio dejada, disfrutando en otro mundo.
Juli Argenta fuera de cámara: «Trato de estar recluida en casa con mi novio»

-Contame un poco de esa Juli fuera de cámara
-Disfruto mucho de estar en casa con mi novio, más este año que estoy con tanto laburo.
-¿Hace cuánto que estás en pareja?
-Estamos hace 6 años ya.
-¿Cómo lleva tu apretada agenda laboral? Porque más laburo implica menos tiempo. ¿Cómo encuentran ese equilibrio como pareja?
-Exactamente. Primero que yo creo que todo esto que estoy logrando de estar diariamente en tres programas con todo lo que eso conlleva, necesitas sí o sí de una persona que esté en tu casa la noche y que al volver de LAM a las 11 de la noche te esté esperando con la comida y eso. Es también dejar al otro en un primer plano en algún punto, o sea, como que yo siento que él se acopla mucho a permitirme conseguir mis metas y eso es lo que más hace que podamos fluir, pero reconozco que está ese apoyo de él, sino no sería posible todo esto.
-¿Qué es él?
-Es periodista deportivo.
-Entonces entiende la dinámica.
-Sí, totalmente, creo que sino sería imposible. Porque hay días, dos o tres veces por semana que me voy de casa a las 11 de la mañana y vuelvo a las 11 de la noche. Los fines de semana son los días para nosotros. Por eso trato esos días de estar recluida en casa. Contrariamente a lo que por ahí le pasa a todo el mundo.

-Yanina suele contar que cuando arrancó en este mundo de chimentos hubo como cierto daño colateral en cuanto a Diego que a veces lo llamaban para putearlo. ¿Tu novio cómo se lleva con esa parte de que vos estés en este mundo?
-Bueno, viste que suelen mirar al mundo del espectáculo a veces de costado y más del ambiente del fútbol, pero él se la re banca, es como que lo acepta. Por ahora vamos bien, hace seis años que estamos juntos. Espero que no haya ningún volantazo, pero se va readaptando a todos estos cambios y a la exposición que conseguí en este último tiempo, más que nada por LAM, que la gente te reconoce y te para para decirte cosas o pedirte fotos.
-¿Le tenés miedo a ser la noticia en algún momento? Algún escándalo por ejemplo.
-Eso como que siempre te da nervios, pero miedo la verdad que no. Pero viste que es como que siempre que opinás fuerte te saltan. Yo directamente no sé cómo hacen otras personas más famosas cuando vienen los fans a acorralarte constantemente y te amenazan con «ya te vamos a investigar a vos». Pero trato de no engancharme.
-Estás viviendo tu mejor momento en lo profesional. ¿Sentís que esto quizás impide posponer o pausar objetivos personales como el de formar una familia y ser madre? ¿Te gustaría o son temas que no ocupan tu interés actualmente?
-Eso es un tema. Yo tengo 34 y mi novio 29, es más chico. Pero creo que las mujeres de mi edad, cuando ya pasas los 30, si tenés ganas de ser mamá, como es mi caso, es como que realmente te empieza a resonar y es como un telón de fondo que vos escuchás la vocecita de «¿che, tenés ganas?». Y van pasando los años, pero sí lo tengo presente.

-Y es peor cuando encima estás tapada de laburo como es tu caso.
-La verdad que es tremendo. No descarto lo de congelar óvulos, lo tengo pensado, pero creo que primero iría por buscarlo de forma natural. Te puedo decir que me gustaría por ahí el año que viene ya empezar a poder proyectar ese tema, pero sé que este año no es el año (se ríe).
-¿Y tu novio que dice al respecto?
-Él tiene muchas ganas también. Si fuera por él ya tendríamos dos hijos. Es raro porque los pibes jóvenes por lo general lo postergan. Pero hoy por hoy el laburo es la prioridad.
-¿Te ves como mamá teniendo este ritmo de vida?
-Me da como cosita, siento que la maternidad por ahí me daría esa culpa, de que no creo que podría mantener este ritmo de laburo. Sí sé que al lado tengo una pareja que estaría 24/7 para hacerme la segunda y que sea algo super compartido. Esa también es una de las razones por las cuales me dan ganas de ser mamá. Pero como que hoy por hoy siento que no estoy preparada en tiempos como para afrontar la maternidad. Quiero hacerlo con mucha responsabilidad y en ese caso cedería un poco en el laburo como para los primeros años por lo menos poder estar lo más presente posible. Quisiera estar tranquila esos primeros años con mi bebé. Para mí la maternidad implicaría como dejar de lado un poquito el laburo. Por eso digo, creo que el tema de la de congelar óvulos es una herramienta posible como para por ahí dilatar uno o dos años más ese proyecto personal.
-¿Te gustaría una familia grande o chica?
-No, chica.
-¿Vos tenés una familia chica?
-Sí, yo tengo una hermana que vive en Europa hace ya muchos años y tengo una sobrina. Pero, nada, también viste que la vida te va llevando. Yo creo que es el disfrutar del día a día.
Fotos: Diego García (fotos_diego)
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