Mediante un comunicado enviado a Prensa Latina, la agrupación política saludó al heroico pueblo antillano, a su fuerza comunista, heredera del movimiento generado por ese acontecimiento, y al Estado de la República Socialista.
El 26 de julio –subrayó en el texto- fue el punto de partida de las luchas emancipadoras cubanas, que con su consecuencia revolucionaria e internacionalista actualmente son un ejemplo y un estímulo para las de la humanidad.
A lo largo de estos 62 años el imperialismo (Estados Unidos) y sus tentáculos le han impuesto a la isla y a su pueblo el bloqueo económico, financiero, comercial, político y diplomático más inhumano y criminal conocido, señaló.
Este llegó a los extremos de bloquearle el desarrollo de su seguridad alimentaria, servicios públicos, el sometimiento al aislamiento internacional y ante todo al asedio conspirativo y desestabilizador permanente y ascendente tanto a nivel interno como externo, describió.
A pesar de este –acotó- el heroico pueblo cubano y su revolución socialista de manera ejemplar y estimulante resiste, defiende y continúa venciendo y ejerciendo su soberanía, su autodeterminación y su no alineamiento.
De manera cotidiana, sobre la práctica, ha sabido enfrentar y vencer las adversidades impuestas por los enemigos de la humanidad manteniendo a Cuba entre los países que han cumplido con las metas del milenio, expuso la fuerza histórica de la izquierda en esta nación.
Simultáneamente –añadió- cumple con la solidaridad internacionalista al mantener y desarrollar la presencia de las Brigadas Médicas en los cuatro puntos cardinales del planeta, a la cual el imperialismo sabotea y sanciona.
En este 26 de julio, la URNG, fiel a sus principios y a su tradición de combate, ratificó su compromiso con las luchas revolucionarias guatemaltecas y con el internacionalismo.
Revalidó además su saludo y solidaridad con el pueblo cubano, su socialismo, con el Partido Comunista y su Estado revolucionario.
El Día de la Rebeldía Nacional de Cuba marcó una etapa que concluiría con el derrocamiento del dictador Fulgencio Batista, el inicio de un proceso triunfante el 1 de enero de 1959 y que demuestra la posibilidad de superar a las más poderosas fuerzas.
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