La enfermedad del hígado graso ocurre cuando se acumula grasa en las células hepáticas; la alimentación es fundamental para prevenir o tratar esta afección.

Foto: Freepik.
En caso de tener hígado graso, es importante seguir ciertos lineamientos para mantener el cuerpo saludable. En particular, se recomienda adoptar un plan nutricional supervisado por un especialista, quien probablemente prohibirá algunos alimentos.
La enfermedad del hígado graso no alcohólico —mejor conocido como hígado graso— ocurre cuando se acumula grasa en las células hepáticas. Si no se trata, a largo plazo puede provocar fibrosis, daño hepático crónico o cirrosis. Se desarrolla principalmente en personas con obesidad, colesterol alto, diabetes y presión arterial alta.

Foto: Getty.
En cuanto a qué está prohibido comer en casos de hígado graso, expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) recomiendan llevar una alimentación balanceada, acompañada por actividad física diaria. Ello implica evitar le consumo de:
- Alimentos con grasas saturadas (carnes, leche entera, manteca, helado, comidas fritas, etcétera). Consumir de manera frecuente grasas saturadas puede reducir la función hepática, mientras que aumenta el colesterol malo en la sangre y las probabilidades de tener enfermedades del corazón.
- Grasas trans (manteca vegetal, pasteles, panadería industrial, alimentos congelados, margarinas, etcétera). De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, estos ácidos grasos obstruyen las arterias y aumentan el riesgo de infarto.
- Bebidas azucaradas. Un artículo de The Nutrition Source, de Harvard, explica que éstas contienen tanta azúcar que pueden elevar la presión arterial, incrementan el riesgo de padecer diabetes, enfermedades cardíacas y otras afecciones crónicas.
- Bebidas alcohólicas. Pueden causar que se acumule más grasa en el hígado.
Pero no todo son prohibiciones. El Instituto Nacional de Salud (NIH) de Estados Unidos recomienda consumir grasas insaturadas, presentes en alimentos como la palta y las semillas de calabaza, y ácidos grasos omega-3 del salmón y atún blanco. Además, los alimentos ricos en vitamina C, gracias a sus propiedades antioxidantes, protegen al hígado y fortalecen el sistema inmunológico.
El Universal/GDA
¿Encontraste un error?
Reportar