Cada vez más parejas recurren a estudios de fertilidad y tratamientos médicos para lograr un embarazo. Aunque muchas veces la atención recae sobre la mujer, el rol del hombre es igualmente determinante.
27 de julio de 2025 10:00
El doctor Pedro Pablo Guanes, especialista en ginecología y obstetricia, advierte en entrevista con Residentas (GEN) que son varios los factores que pueden afectar la capacidad reproductiva masculina.
“El hombre también tiene una ‘menopausia’”, dice en referencia a la andropausia, un proceso de disminución hormonal y funcional que, aunque menos visible que en las mujeres, tiene un fuerte impacto en la vida sexual y reproductiva.
LO QUE DAÑA EL ESPERMA (Y PROBABLEMENTE NO SABÍAS)
Según el profesional, la calidad del semen no es estable durante todo el año ni en todas las etapas de la vida. Diversas situaciones pueden reducir drásticamente la producción y calidad de los espermatozoides.
Saunas y fiebres: la temperatura elevada del cuerpo puede dañar la producción espermática. “Los testículos están fuera del cuerpo por una razón, necesitan menor temperatura. Cuando un hombre tiene fiebre o se expone al sauna, eso impacta negativamente en la calidad espermática”, explicó.
Cuadros gripales o infecciosos recientes: son motivo suficiente para postergar un análisis de semen, debido a los efectos temporales en la producción espermática.
Estrés y emociones fuertes: el cortisol, hormona del estrés, también juega un papel importante en la disminución de la libido y la fertilidad.
Alcohol, tabaco y drogas: estas sustancias, además de perjudicar la salud general, afectan directamente la espermatogénesis.
Obesidad y extremos en el peso corporal: tanto el sobrepeso como el bajo peso impactan en la fertilidad del hombre.
EL RELOJ TAMBIÉN CORRE PARA ELLOS
Aunque los hombres no tienen una fecha límite clara como la menopausia en las mujeres, la fertilidad masculina empieza a decaer a partir de los 45 o 50 años. La calidad del esperma disminuye, y con ella, las probabilidades de concebir naturalmente.
Incluso, estudios relacionan la paternidad tardía con mayores riesgos de alteraciones genéticas en la descendencia, incluyendo trastornos como el autismo, de acuerdo con el entrevistado.
El doctor Guanes explicó que la andropausia no tiene una fecha exacta como la menopausia, pero sí síntomas similares, tales como disminución de energía, libido baja, disfunción eréctil, ansiedad e inseguridad.
“No es solo la mujer la que cambia con los años. Muchos hombres jóvenes también presentan cuadros de impotencia funcional, ansiedad sexual o disminución del deseo”, señaló, y destacó que en la actualidad cada vez más varones recurren a terapias hormonales con testosterona o implantes androgénicos para recuperar su vitalidad.
CÓMO CUIDAR LA FERTILIDAD MASCULINA
La receta no es secreta: vida saludable, chequeos médicos y autoconocimiento. Dejar el tabaco, moderar el alcohol y evitar drogas. Mantener un peso adecuado y una alimentación balanceada. Evitar la exposición frecuente al calor extremo. Realizar controles médicos anuales, al igual que las mujeres.
Idealizar relaciones tóxicas: cuando el amor manipula, desprecia y se vuelve constante
Nos enseñaron desde chicos que el amor todo lo puede, pero en la práctica no siempre es así, o más bien, no debería ser así. En una relación buscamos siempre que sea “perfecta”, pero de tanto que se busca que todo esté bien, nos volvemos ciegos de ciertas realidades que poco a poco acaban con uno mismo: la falta de respeto, compromiso, desconfianza, celos, miedo, son algunos de los aspectos que convierten la relación “perfecta” en una relación tóxica y, lastimosamente, es un patrón que tiende a repetirse siempre.
26 de julio de 2025 18:01
¿Por qué vuelvo a elegir siempre a una persona con el mismo patrón? es la pregunta que muchos se realizan al salir de una relación, donde primó la manipulación o el maltrato psicológico, e iniciar otra cuyas características son exactamente las mismas.
Para la Lic. Karem Figari, psicóloga terapeuta infantojuvenil, de adultos y parejas, se trata de una dinámica que se realiza de forma inconsciente, cuando hay una carga emocional que afecta la autoestima y seguridad, pero que se arrastra desde la familia.
“No viene solamente de una relación donde fui abusada psicológicamente, anterior a eso tuve patrones de conducta que heredé de lazos familiares, entonces, cuando no se da ese apego a la parte emocional o contención, y vivo en un ambiente de violencia, claramente voy a buscar una pareja similar. No lo hacés consciente, pero tu percepción está afectada”, expresó durante una entrevista en el programa Residentas del canal GEN/Nación Media.
Ante este tipo de situaciones, la toxicidad se hace presente. La persona ya dañada emocionalmente se permite un montón de circunstancias de las que es difícil darse cuenta o de la que cuesta aceptar, o peor aún, soltar.
Lic. Karem Figari en Residentas.
Algunos signos de que la relación está siendo tóxica son la desconfianza, celos, control, la falta de apoyo, sentirse menospreciado es un indicio clave. Además, la manipulación y por sobre todo, cuando te das cuenta de que ya no puede haber una buena comunicación.
La licenciada Figari sostuvo que en una relación tóxica no puede existir amor, sino más bien es un “no poder salir” de ese vínculo.
“Hay un círculo vicioso, donde la persona discute con la pareja, y lo que más le gusta de la situación después, es a nivel cerebral, que le mimen un poquito más. Ese sistema de recompensa es me mimó, me regaló algo”, agregó la profesional.
Aunque cueste, se puede salir de una relación así, el primer paso es aceptar que tu pareja ya no te permite vivir a plenitud, ya no existe la felicidad como tal. El segundo, admitir que sos una persona con virtudes, capacidades para todo.
Otro aspecto clave para la Lic. Figari es el entorno, que debe ser un soporte emocional para la persona que está saliendo de una relación tóxica.
“Tengo que darme cuenta de que, si yo no me pongo a hacer un ejercicio sobre mi autonomía, no me reformulo dónde quiero estar, cómo voy a moverme, porque los demás van a querer ayudarme también, pero parte de que yo me tenga que dar cuenta de lo que me está afectando”, puntualizó.
Vivir en las redes sociales y el efecto en la salud mental
Todo en exceso es dañino, esto incluye a las redes sociales, que, si son utilizadas en una dosis justa, resultan inofensivas. Sin embargo, pasar tantas horas al día conectado al teléfono, sin todavía entrar a discutir el contenido de lo que ahí vemos, puede afectar a nuestra salud mental.
26 de julio de 2025 10:01
Videos de TikTok, historias o reels de Instagram sobre viajes, relaciones, lujos y vidas perfectas, ofertas de productos que no sabíamos que necesitábamos, notificaciones de me gusta y chequeos de quiénes vieron lo que publicamos. Un montón de ganchos pueden mantenernos por muchísimo tiempo el día en redes sociales, donde, si sumamos todos los minutos que le dedicamos en una jornada, terminaríamos sorprendidos y hasta pensaríamos, cuántas cosas podríamos hacer en ese lapso.
“No nos afecta si sabemos utilizar, todo lo que uno observa, siempre tiene que tener cuidado con eso, porque nada en exceso es bueno, lo mismo las redes”, explicó la psicóloga Laura Bogado.
Mencionó un estudio en el que una población determinada con 30 minutos al día en redes sociales, generaba menos trastornos que los que pasaban más tiempo, demostrando ser, no una causa directa, pero sí una incidencia en ello.
¿QUÉ LE PASA A NUESTRA MENTE CUANDO ESTAMOS ENGANCHADOS A LAS REDES?
Mientras estamos entretenidos en las redes sociales, se liberan neurotransmisores en exceso, que es lo que sucede cuando hacemos algo que nos gusta. Esos neurotransmisores hacen que nuestro bienestar sea estable, sin embargo, esto también tiene una dosis justa y, en el caso de las redes, lo que inconscientemente buscamos es la gratificación inmediata y el placer, que en este caso nos lo da el celular.
“Tantas horas ya es una adicción, se debe reducir de a poco y si me doy cuenta de que me afecta, ya es motivo de consulta”, comentó Bogado, en una entrevista con Montecarlo.
VÍA LIBRE PARA DECIR DE TODO
Por otro lado, una costumbre que existe en la vida real, pero que también se traslada a las redes, es la de opinar sobre el aspecto físico de alguien, diciendo de manera impulsiva un comentario que puede caer mal o incomodar a quien lo recibe. Si bien todos tenemos defectos y virtudes, el hecho de que algo no nos agrada de alguien, no nos da el derecho a insultar, en todo caso, se debe buscar la manera respetuosa de expresar eso que nos molesta.
“Debo pensar cómo yo me sentiría, qué haría si me dicen eso. Debemos desarrollar mucho la empatía y lograr más respeto al otro, así voy a pensar dos veces antes de emitir una crítica. Es importante, a través de las redes, generar conciencia de los valores que se perdieron”, recomendó.
En medio de esa necesidad de revisar las redes sociales, también está presente la ansiedad que es lo que nos anticipa a algo que no está ocurriendo en ese momento, pero que va a suceder o no. Equivale a estar en el futuro y perderse del presente, que es lo único que existe, al punto que, cuando llega ese momento que tanto ansiamos, finalmente tampoco estamos en él. Sobre este punto, aconsejó ejercitarse a tratar de vivir el presente, sin pensar en lo que nos toque hacer en la semana o en un futuro, sea próximo o no.
ChatGPT, más que solo para hacer la tarea: el desafío de integrar IA en las aulas
En ciertos escenarios, la utilización de la inteligencia artificial puede ser contraproducente en el ámbito educativo, impidiendo el desarrollo del pensamiento crítico o habilidades cognitivas en los estudiantes. Una especialista aboga por cambiar el enfoque y construir un diseño pedagógico que integre la IA de manera asertiva.
20 de julio de 2025 12:00
Por Robert Bourgoing (@robertb_py)
La adopción de la inteligencia artificial está cada vez más impregnada en la vida cotidiana, volviéndose parte del día a día para varias necesidades, sobre todo aquellas en las que obtener información rápida y precisa es una prioridad.
El ámbito educativo no queda exento de ello. Desde la irrupción de herramientas con ChatGPT, Gemini o Claude, tanto estudiantes como docentes recurren a su vasto conocimiento (por no decir inmensa base de datos) para elaborar resúmenes, tareas, trabajos prácticos o cuestionarios, entre otros.
Quiérase o no, a la larga esta dependencia de la IA para la resolución de problemas traerá consigo otro nuevo problema: la dificultad para elaborar trabajos escritos por cuenta propia y desarrollar habilidades como el pensamiento crítico, a la par de un menor esfuerzo cognitivo.
Esto fue lo que pudo demostrar un reciente estudio elaborado por MIT Media Lab (un laboratorio dependiente de la Escuela de Arquitectura y Planificación del Instituto de Tecnología de Massachusetts) titulado “Your Brain on ChatGPT”. Este trabajo confirma que el uso frecuente de inteligencia artificial puede desencadenar en una disminución en la actividad cerebral relacionada con la memoria, la atención y la apropiación del contenido.
Lilian Demattei, especialista en IA y EduTech, advierte sobre la importancia de adoptar estrategias pedagógicas que permitan integrar el uso de la IA dentro del contexto educativo, sin que ello genere inconvenientes para los estudiantes que necesitan desarrollar sus capacidades y aptitudes.
“Hoy por hoy, lo que se hace es utilizar la IA desde el punto de vista de generar trabajos o respuestas a determinadas consultas, hay un uso indiscriminado de estas herramientas”, mencionó en entrevista con HOY. En situaciones así, lo que hacen los alumnos se limitan a “pegar las respuestas, sin construir su propio conocimiento”.
El uso ético de esta clase de herramientas, basadas en LLM (Grandes Modelos de Lenguaje, por sus siglas en inglés) definirá de qué manera impacta la inteligencia artificial en el estudiantado. “Hay una oportunidad para que sea un motor de personalización, creatividad, pensamiento crítico o computacional si se implementa de manera intencional”, agregó.
Para ello, Demattei aboga por elaborar un diseño pedagógico dentro del currículo nacional, como parte del Plan Nacional de Transformación Educativa, de modo a adoptar la IA en las aulas sin afectar de manera negativa el proceso de aprendizaje de los niños y jóvenes.
A su criterio, se debe plantear la inteligencia artificial como una herramienta de propósito pedagógico y no solo como un sustituto de enseñanza, o en todo caso, como un “ayudante” para la elaboración de tareas o trabajos con el mero objetivo de cumplir lo que los maestros exigen para sumar puntaje.
“En Paraguay, debemos hacer énfasis en el diseño de políticas públicas educativas claras, o sino, en vez de disminuir la brecha digital, vamos a aumentar las brechas existentes. La IA no es un problema, el verdadero dilema es cómo la utilizamos en el aula”, afirmó.
Un aspecto crucial es la formación de docentes en pedagogía digital nativa (que —aclara— no es lo mismo que una una pedagogía con utilización de tecnología), permitiendo guiar el uso de la IA de una manera más humana. A su vez, se debe poner énfasis en la “humanización y ética” en el aprendizaje con inteligencia artificial, aseguró.
Demattei considera que la IA debe estar al servicio de los valores y el desarrollo humano, por lo que se debería incorporar dentro del diseño educativo aspectos como ética digital, ciudadanía responsable, creatividad, uso crítico de la información, por citar algunos tópicos.
Al mismo tiempo, aclara que la inteligencia artificial “no viene a reemplazar al docente”, sino más bien a potenciar su capacidad de crear experiencias de aprendizaje “más humanas, creativas y transformadoras“. “La IA generativa es una herramienta poderosa, pero su impacto real dependerá de la visión con la que la eduquemos: con propósito, ética y creatividad”.
“Es importante construir un sistema educativo innovador”, refirió la profesional, quien aboga por la construcción de espacios de experimentación a través de laboratorios de inteligencia artificial y la creación de un marco curricular flexible, que integre el pensamiento computacional, con un enfoque educativo basado en el STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés), que busca fomentar el aprendizaje interdisciplinario y la innovación.
Finalmente, Demattei reafirma su visión de que la IA generativa debe transformar la educación hacia un modelo más creativo, reflexivo y colaborativo, pero solo si los docentes y el sistema educativo la integran desde un diseño pedagógico intencional, alineado con los valores, la cultura y las necesidades locales.