Un llamativo hecho se registró en Salta cuando el pasado 27 de junio las autoridades pretendían quemar tres ladrillos de cocaína y descubrieron que ésta había sido reemplazada por una masa similar a la plastilina.
La causa está en manos del fiscal federal Marcos César Romero. En total, desaparecieron 3 kilos de cocaína y esto generó una investigación que tiene a 11 agentes de la policía de Salta bajo sospecha.
La prueba que los complica es que tenían acceso al lugar en el que se resguardaban los estupefacientes, en la Dirección de Drogas Complejas (DICOM) de la fuerza de seguridad provincial en Orán. Queda descubrir cómo hicieron el cambio de la sustancia y en qué momento.
En la mañana del 27 de junio, un inspector de la División Antidrogas de la PFA en Orán se predispuso a iniciar la incineración de los tres ladrillos secuestrados en abril de este año. Sin embargo, al momento de realizar el narcotest, la prueba dio negativa.
Por este motivo, se realizó el cotejo pericial a las muestras testigo extraídas en el momento del secuestro de la cocaína. El resultado en ese caso fue nuevamente positivo. De esta manera se comprobó que algo había sucedido entre el momento del almacenamiento y el intento de incineración.
Según precisa Infobae, un sumario interno determinó la suspensión preventiva de tres agentes. Sin embargo, hay otros ocho que están bajo la lupa de la fiscalía de Tartagal.
