Por Pedro Bussetti
El Gobierno repite una historia ya conocida, que es la privatización del servicio de AySA. En la década del ´90, se privatizó el servicio de agua y cloacas en el país en 17 jurisdicciones. Pero estas privatizaciones terminaron volviendo al estado nacional, provincial y municipal.
A partir de 2006, se constituyó la empresa AySA, que es la más grande de Argentina, tiene 26 municipios a su cargo. En el 2017, a partir de un acuerdo entre los gobiernos nacional y provincial, se le agregaron nueve jurisdicciones más a AySA, y eran aquellos distritos con menor proporción de servicio disponible para los usuarios. Así, hoy AySA tiene 26 distritos a su cargo y una superficie de 3.300 kilómetros cuadrados. Además, sobre una población de 15 millones de habitantes, tiene 11.351.000, el 75 por ciento de personas, con agua potable, mientras que 9.500.000 tiene cloacas. Es decir que, desde el 2007, se revirtió la situación que había dejado Aguas Argentinas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y Azurich en la provincia de Buenos Aires.
Ahora, desde que arrancó el Gobierno de Javier Milei, cerraron 23 oficinas comerciales de atención al público de AySA, es decir, no quedó ni una oficina de atención al público. Además, mediante el retiro voluntario y la jubilación anticipada, se desvincularon 1.231 empleados, por un costo de 45.000 millones de pesos a cargo del Estado nacional. Esta información la aportó el jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
Asimismo, de un total de 299 obras que se están realizando en 2023, se dejaron sin efecto 263 y solo continúan 36. Este dato proviene del informe dado por la propia conducción de AySA. Y, en 2024, se ejecutaron obras por 253.000 millones de pesos, cuando el presupuesto del 2023 era de 843.000 millones de pesos.
También, durante una década, estuvieron los programas Agua + Trabajo y Cloaca + Trabajo, programas realizados por la empresa con la participación de cooperativas de trabajadores. En el 2024 se rescindieron 47 obras y se piensa en rescindir otras 56.
Por último, el Gobierno habilita a la empresa a cortar el suministro de agua ante la falta o mora de pago. Si hubo algo importante que se estableció con la restatización de lo que era Aguas Argentinas es que el agua es un derecho humano y no se puede cortar totalmente. Sí se puede disminuir el flujo, pero nunca cortarlo.
Nuestro principal problema con esto es la venta de activos. Porque, en la década del ´90, el menemismo concesionó la prestación del servicio de agua, pero los activos siempre quedaron en manos del Estado. Acá hablamos del sistema, de las plantas de tratamiento y de las cuestiones físicas de AySA.