Ciudad de Guatemala, 30 jul (EFE).- El periodista guatemalteco José Rubén Zamora Marroquín lleva preso tres años por «hacer su trabajo» en un país donde «la justicia fue secuestrada», según afirmó su hijo Ramón Zamora.
El comunicador de 67 años cumplió el 29 de julio tres años tras las rejas por varios procesos judiciales en su contra que están estancados y que no han sido probados, calificados además como falsos este miércoles por organismos locales e internacionales.
De acuerdo a su hijo, Zamora Marroquín está detenido «arbitrariamente» por «fiscales que fabricaron casos» y por «jueces y magistrados que violaron el debido proceso».
También varias organizaciones como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Reporteros Sin Fronteras (RSF) y el Comité de Protección a Periodistas (CPJ) pidieron la «liberación inmediata» Zamora Marroquín, fundador del diario elPeriódico, tras tres años de su «detención arbitraria» en Guatemala.
Las organizaciones publicaron una carta pública para pedir «la restitución plena de sus derechos fundamentales y el fin de su persecución política».
Zamora Marroquín fue detenido por la Fiscalía el 29 de julio de 2022 tras lanzar fuertes críticas por corrupción en aquel momento en contra del presidente, Alejandro Giammattei (2020-2024) y Miguel Martínez, funcionario cercano al gobernante.
Desde entonces, el periodista se mantiene en prisión salvo por un lapso de varios meses cuando le fue dictada prisión domiciliaria y de acuerdo a organizaciones civiles es uno de los cuatro «presos políticos» encarcelados en Guatemala por el Ministerio Público.
Zamora Marroquín es acusado por lavado de dinero y obstaculización de la justicia, pero en ningún caso fue declarado culpable y los procesos judiciales en su contra se encuentran estancados.
Un año antes de su detención, el periodista, con más de 30 años de trayectoria, recibió de manos del Rey Felipe VI de España el premio a medio destacado de Iberoamérica por la labor realizada de su matutino Elperiódico en Guatemala.
La cúpula del Ministerio Público, que ordenó su detención, se encuentra sancionada bajo señalamientos de corrupción por parte de Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea.
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