Dirigida por Alberto Lecchi, la obra que explora la búsqueda de la felicidad vuelve cada viernes al íntimo escenario de Mario Bravo 960 con una actuación celebrada por crítica y público.

Una ventana hacia la reinvención
Desde el viernes 8 de agosto, el Subsuelo del Camarín de las Musas (Mario Bravo 960) acogerá nuevamente el regreso de “Ana por la ventana”, el unipersonal escrito por Alfredo Allende que bajo la dirección de Alberto Lecchi y la actuación estelar de Carla Pandolfi, teje una fábula contemporánea sobre el coraje de cambiar el rumbo vital. Las funciones, programadas cada viernes a las 22:30 horas, presentan a Ana, una mujer sumergida en la monotonía hasta que un hallazgo fortuito bajo la lluvia —una moneda dorada— detona un viaje de autodescubrimiento donde objetos, recuerdos y relaciones son arrojados simbólicamente al vacío. La obra, descrita por la crítica como “una caricia al alma” , interpela al espectador con una pregunta urgente: ¿Es posible reescribir nuestra historia cuando todo parece predestinado? .
La alquimia escénica: dirección, palabra y cuerpo
El texto de Allende —un monólogo que oscila entre el humor ácido y la poesía cruda— encuentra en Carla Pandolfi una intérprete capaz de encarnar la metamorfosis de Ana con “fuerza, sensibilidad y frescura” . Su actuación, nominada a los Premios ACE, no solo da vida a la protagonista, sino también a los personajes que pueblan su pasado: una madre opresora, un jefe explotador, amores fallidos. Pandolfi los convoca mediante gestos precisos y cambios tonales, “como si estuvieran allí” , mientras dialoga con objetos simbólicos como libros de autoayuda o un teléfono encerrado en acrílico. La dirección de Alberto Lecchi (ganador del Cóndor de Plata y Martín Fierro) potencia este viaje íntimo con una puesta minimalista pero contundente: juegos de luz que aíslan momentos de epifanía (Claudio Del Bianco), sonidos de lluvia que envuelven (Rafael Sucheras), y un vestuario que refleja la transición de la opresión a la libertad (Analía Manouelian) .
Camarín de las Musas: el cómplice perfecto
El espacio elegido para este regreso no es casual. El Camarín de las Musas, reconocido por su atmósfera “íntima y vanguardista” donde “a veces el público siente ser parte de la función” , refuerza el clima introspectivo de la obra. Con capacidad reducida y ubicado en un subsuelo accesible solo por escalera, este teatro-restaurante —donde es común disfrutar de platos accesibles antes de la función— ha sido testigo de cómo “Ana por la ventana” desarma a espectadores con frases como “¿Cuántas veces quisiéramos arrojar cosas o gente por la ventana?” . La cercanía física entre actriz y público, sumada a la acústica cuidada, permite capturar hasta el suspiro más leve de Pandolfi, transformando cada función en “un ritual compartido de catarsis” .
Un legado que traspasa escenarios
Más allá de su éxito local —con entradas agotadas recurrentemente en su temporada anterior—, la obra destila un mensaje universal validado por testimonios del público: “A mi hija adolescente le faltó experiencia para entenderla; a mí me sacó lágrimas” . Esta dualidad refleja la profundidad de un texto donde Allende no solo habla de liberación femenina, sino de la condición humana atrapada en jaulas invisibles. El “acto de arrojar por la ventana” se convierte así en una metáfora potente sobre soltar lastres para abrazar la autonomía .
Datos esenciales para vivir la experiencia
- Funciones: Viernes, 22:30 hs (duración: 60 minutos).
- Ubicación: Camarín de las Musas (Mario Bravo 960, CABA).
- Entradas: A la venta en Alternativa Teatral y boletería del teatro.
- Precios: $$ (accesibles; promedio $5.000 ARS).
- Previa cena: El teatro ofrece platos abundantes y económicos en su restaurante .
“Ana por la ventana” no es teatro: es un espejo donde ver reflejadas las propias batallas por la libertad.
Redes: Seguí la obra en Instagram @anaporlaventana.obra para acceder a descuentos exclusivos.
Discover more from LatamNoticias
Subscribe to get the latest posts sent to your email.