Una galería de imágenes retrata el pulso de Europa este verano, que no da tregua a los conflictos, pero tampoco detiene la efervescencia cultural en las calles. En Ámsterdam, miles celebraron el desfile anual del Orgullo Gay, navegando en coloridas embarcaciones por los canales declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO. En Edimburgo, artistas y turistas abarrotan la ciudad durante el Festival Fringe, el mayor escaparate mundial de artes escénicas que se celebra cada agosto. En San Petersburgo, decenas surcaron el río Fontanka en paddle surf como parte del festival local.
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