El accidente ocurrió a 500 metros de profundidad en la mina subterránea de cobre más grande del mundo, tras un sismo de magnitud 4,2. Continúa la búsqueda del resto de los trabajadores.
Una tragedia golpea a Chile. Este sábado fue hallado el cuerpo sin vida de uno de los cinco mineros que estaban atrapados en El Teniente, la mina subterránea de cobre más grande del mundo, ubicada a 120 kilómetros de Santiago, en la región de O’Higgins. El derrumbe se produjo el jueves a raíz de un sismo de magnitud 4,2, a más de 500 metros de profundidad.
La operación de rescate continúa
La víctima fue localizada en la intersección del Loop central con el socavón norte, según confirmó Andrés Music, gerente general de la empresa Codelco, operadora estatal de la mina. En total, el accidente dejó un trabajador muerto, nueve heridos y cinco personas atrapadas, cuyos nombres fueron identificados como Álex Araya Acevedo, Carlos Arancibia Valenzuela, Jean Miranda Ibaceta, Gonzalo Núñez Caroca y Moisés Pavez Armijo. Hasta el momento, no se logró establecer contacto con ellos.
Desde que ocurrió el derrumbe, se desplegó un amplio operativo de rescate, con apoyo del Gobierno chileno. El presidente Gabriel Boric viajó a la zona del desastre y se puso al frente del operativo junto a autoridades locales y directivos de la compañía minera.
Además, se incorporaron a los expertos Laurence Golborne y André Sougarret, quienes participaron en el histórico rescate de los 33 mineros atrapados en 2010 en la mina San José. “Contamos con la experiencia de quienes ya enfrentaron situaciones similares. Valoro el llamado de Codelco para que se sumen estos profesionales”, expresó Boric.
El mensaje del presidente Boric
El mandatario también envió un mensaje de condolencias por el primer fallecido confirmado, Paulo Marín Tapia, trabajador de la firma Salfa Montajes:
“Mis más sentidas condolencias a la familia, amigos y compañeros de Paulo. A sus seres queridos y compañeros de faena, mi abrazo en este difícil momento”, publicó en sus redes sociales.
La situación sigue siendo crítica, y se trabaja contrarreloj para dar con el paradero de los trabajadores restantes. Las labores de rescate se complican por la profundidad y complejidad del terreno, lo que requiere maquinaria especializada y extrema coordinación.