Redacción El País
En 1973, a través de la ley presupuestal la Prefectura se incorporó a la Armada Nacional y su personal dejó de tener escalafón policial para pasar a tener estado naval-militar.
Esta es la génesis, si se quiere, del devenir de una crisis interna que ha tenido la institución en los últimos días luego de que la ministra de Defensa Nacional, Sandra Lazo, confirmara queJosé Luis Elizondo sería el Comandante en Jefe de la fuerza, el funcionario más antiguo en actividad y el primero en la historia en pertenecer a Prefectura que accede al cargo.
El contralmirante, que se venía desempeñando como encargado de despachos de forma interina desde marzo, fue investido este lunes ante la presencia del presidente de la República, Yamandú Orsi.
El politólogo experto en materia militar Julián González Guyer explicó en pocas palabras el contexto del porque la designación de Elizondo trajo como consecuencia que tres de los otros cinco contralmirantes que aspiraban al cargo decidieran pedir el pase a retiro.
“Previo a la dictadura, en pleno ascenso del autoritarismo, la Prefectura Nacional Naval, que es una organización de tipo policial porque se encarga de hacer cumplir la ley en el ámbito marítimo, pasó a depender del comandante de la Armada. Los oficiales formados para la guerra (los del Cuerpo General) de alguna manera subestiman a los preparados para cumplir funciones policiales”, resumió el especialista en diálogo con MVD Noticias.
Aunque aún no se ha concretado en los papeles, los tres contralmirantes que pedirán el retiro son Mario Vizcay, Gustavo Luciani y Miguel de Souza. De los cinco que aspiraban al cargo cuatro de ellos estuvieron presentes en la asunción del nuevo Comandante en Jefe. Vizcay, por estar de licencia, no.
1/1: Contralmirantes.jpeg (Foto: Leonardo Maine )
A su vez, según supo El País, los oficiales tienen previsto presentar recursos de amparo contra el nombramiento, por considerar que existe una inconsistencia entre la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas y la Ley Orgánica de la Marina.
Lazo defendió la designación amparada en el artículo 103 de la ley orgánica militar y sostuvo que fue lo que se consideró a la hora de nombrar al anterior Comandante en Jefe Jorge Wilson. “Los Comandantes en Jefe del Ejército, de la Armada y de la Fuerza Aérea serán designados por el Poder Ejecutivo, entre los oficiales generales de la fuerza respectiva”, sostiene dicha normativa.
En tanto, la de la marina establece que la Prefectura no forma parte del Cuerpo General y el cargo de comandante en jefe está reservado únicamente para quienes integren esa fuerza.
Consultada por las molestias hacia la interna, la ministra respondió que “nadie le informó formalmente sobre la existencia de ningún malestar”.
“La decisión fue pensada durante meses, desde el 1° de marzo. Fue legítimo y pensado”, aseguró sobre los cuestionamientos jurídicos que desde la oposición se han dado con respecto a la elección para comandar las fuerzas de un oficial de Prefectura.
Se necesitan las patrullas
Durante su discurso de asunción, Elizondo reivindicó a la institución que ahora liderará como una parte integral de las Fuerzas Armadas y repasó sus funciones centrales.
“La Armada Nacional tiene por misión especial la defensa de la integridad territorial y ser la policía marítima de la República”, afirmó.
En esta línea, el flamante Comandante en Jefe, que cuenta también con el visto bueno como profesional de exjerarcas de Defensa y del Ministerio del Interior del anterior gobierno (como Javier García y Nicolás Martinelli), valoró que el “arribo de nuevos buques» implica también nuevos desafíos.
En referencia a la cuestionada compra de dos patrullas oceánicas (OPV) al astillero español Cardama por 80 millones de euros, Elizalde defendió que las embarcaciones “son para la Armada y se están esperando”.
“Nuestros marinos necesitan esas embarcaciones para hacer su trabajo. Se está trabajando, ya tenemos números y hay un grupo dispuesto a asesorar al mando superior para que se obtenga el mejor resultado en la construcción de esos barcos. Le aportan a la Armada lo que debe tener para cumplir su tarea. Es muy importante porque permite que los marinos naveguen y que el país mantenga su soberanía en nuestras aguas”, apuntó.
1/1: Elizondo 2.jpeg (Foto: Leonardo Maine )
En esta línea, aseguró que la llegada de esos barcos representará una herramienta útil para fortalecer la capacidad de control del narcotráfico en aguas uruguayas, que constituye ‘un nuevo desafío para la Armada’.»
Por su parte, Lazo informó que mientras se están construyendo en estos días viajarán los dos inspectores asignados por la Armada y que se espera que para diciembre llegue a Uruguay una de las naves. “Esperemos tener en su momento lo mejor para nuestra fuerza”, añadió.
“El cuestionamiento se desmorona”
En respuesta a lo valorado tanto por Lazo como por Elizondo, que apoyó la compra de los barcos durante la pasada administración, el exministro de Defensa y senador Javier García interpretó como una reivindicación de la compra las declaraciones de ambos jerarcas.
En diálogo con El País, García dijo que Elizondo participó del asesoramiento para la adquisición de los buques y al Frente Amplio designarlo Comandante en Jefe brinda una señal política clara. “Todo el cuestionamiento mediático que se ha hecho se desmorona. Esto se corrobora por lo dicho por el nuevo Comandante en Jefe y por la propia ministra”, valoró.
Durante al proceso de pagos realizados a Cardama, la actual ministra sancionó a cuatro jerarcas en abril. La más dura —con 30 días de arresto a rigor— recayó sobre el excomandante en Jefe de la Armada Jorge Wilson, que según las autoridades brindó información falsa sobre el segundo pago que se hizo al astillero. También fueron sancionados el contralmirante José Ruiz, Miguel de Souza y el capitán de Navío Marcelo da Silva.
El debate jurídico
En línea con lo planteado por el excomandante en Jefe y exsenador Guido Manini Ríos, el diputado del Partido Nacional Gabriel Gianoli remitió un pedido de informe cuestionando los fundamentos jurídicos para la designación de Elizondo.
Según el legislador, que preside la comisión de Defensa de Diputados, hay “posiciones diversas” sobre la aplicación de la ley orgánica de la Marina (de 1946) o de las Fuerzas Armadas para nombrar al nuevo Comandante en Jefe.
En la resolución de designación, en tanto, el Ministerio de Defensa se amparó jurídicamente en la normativa de 2019 que da a Elizondo el rango de oficial general al ser contralmirante.