A más de una semana del trágico accidente náutico en el que murió Mila Yankelevich, de 7 años, surgen nuevos datos que alimentan el debate sobre las responsabilidades en torno al siniestro. El periodista Martín Candalaft, en el programa Bondi Express de (Bondi), brindó detalles claves sobre las condiciones en las que operaba el remolcador que empujaba la barcaza que chocó contra el velero de la Miami Yacht Club.
“El capitán que manejaba el remolcador que empujaba la barcaza no tenía licencia para conducir este tipo de naves. Una de las cosas que se descubrió ahora es que cuando tiene menos de 26 pies, no necesita que el capitán tenga una licencia para conducir. Si la tiene, mejor, pero si no la tiene no le requieren esa licencia. El único requisito para manejar el remolcador o una barcaza como esta es que sea ciudadano norteamericano. A esto estaba expuesta Mila Yankelevich aquella mañana del lunes pasado cuando salió con el velero, sus compañeras y la profesora de 19 años”, explicó Candalaft.

Además, el periodista reveló un dato que podría ser crucial para la investigación: la barcaza no estaba transportando basura, como se había dicho inicialmente, sino materiales de construcción y una grúa. “Esto es fundamental porque, como estaba adelante, creen los investigadores que fue lo que no le permitió ver a quien conducía que justamente se iba a cruzar el velero”, detalló el periodista.
Candalaft también hizo referencia al testimonio de testigos clave: “Aparecieron testigos. Unos techistas dijeron que no escucharon ningún tipo de bocina ni alarma por parte de la barcaza. Esto es fundamental. Hay testigos que afirmaron ver que uno de los tripulantes advirtió al conductor del remolcador que se estaba cruzando un velero y, aparentemente, el operador del remolcador no llegó a desacelerar la barcaza o a hacer algún tipo de maniobra”.

El choque ocurrió el lunes 28 de julio en la Bahía de Biscayne, entre las islas Hibiscus y Monument. A bordo del velero viajaban cinco menores y una joven instructora. Tras el impacto, tres niñas murieron –entre ellas Mila, una niña chilena de 13 años y otra menor de 11– y otra fue dada de alta tras pasar varios días en estado crítico, y otra más nunca requirió internación. En tanto, la intructora de 19 años tampoco debió ser hospitalizada.
Sobre el dolor de los familiares, Candalaft expresó: “Esto a la familia no le aporta nada, no le cambia nada. La verdad es que están abocados a lo que pasó con Mila y a superar el dolor, pero es necesario que se investigue”.
