El miércoles 6 de agosto, entraron en vigor los aranceles del 50% a los productos importados desde Brasil a Estados Unidos, tras las medidas implementadas por Donald Trump. Ese país, junto a otros dos de América Latina, es uno de los principales proveedores de café al territorio norteamericano.
Estados Unidos es el segundo mayor importador mundial de café, en las variedades Arábica y Robusta, según destacó el Departamento de Agricultura (USDA, por sus siglas en inglés). Para su importación, ese país se nutre principalmente de América Latina, de donde provinieron aproximadamente el 80% de ese comercio en 2023, valorado en 4800 millones de dólares.
Los principales importadores son Brasil, con el 35%, y Colombia, con el 27%. Pero otra región de Latinoamérica también destina este producto: Perú, además de otros países como Suiza, Canadá o Indonesia.
Según los datos proporcionados por el organismo, entre 2003 y 2023, el volumen de las importaciones estadounidenses de café sin tostar proveniente de América Latina creció un 1,5% anual.
Este comercio persistió en auge en 2024, año en el que Estados Unidos importó US$8,83 millones de café, según el Observatorio de Complejidad Económica (OEC, por sus siglas en inglés). En el listado de los 1227 productos que adquiere, este se encuentra en el número 70. Brasil, Perú y Colombia fueron los países que más crecieron ese año en este sentido, con US$609 millones, US$106 millones y US$104 millones, respectivamente.
Con el incremento del impuesto arancelario para Brasil, del 10% al 50%, se sembró la incertidumbre sobre si ese producto incrementaría su valor en el territorio norteamericano derivado del impacto. En tanto, existe un plazo adicional a la mercancía cargada en barcos antes del 7 de agosto y que llegue a EE.UU. antes del 5 de octubre.
El impacto de los aranceles de Trump en los países como Brasil puede suponer un incremento del costo de los productos importados en los consumidores, derivado del aumento del precio para los importadores.
Expertos consultados por El País señalaron que, en medio de ese panorama, Colombia se posiciona como el potencial impulsor principal de importador de café para EE.UU., con valores más bajos en los productos. Esto es debido a que en ese país los aranceles se mantendrán en un 10% por el momento.
El gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva aún tendría la oportunidad de continuar negociando con la administración de Trump sobre los aranceles, a la espera de poder lograr que Brasil se mantenga como el principal importador de café sin afectar a la economía de los trabajadores brasileños ni de los consumidores estadounidenses, alegaron los expertos.
Otro competidor que entra en escena en este contexto sería México, que contará con un impuesto arancelario del 25%, inferior al 50% presente para Brasil. Sin embargo, los especialistas indicaron que la calidad y las preferencias de los consumidores también entran en juego a la hora de valorar qué productos elegir.