Este mes de agosto, la Fundació Pere Tarrés ha intensificado su red de casales de verano becados en los barrios más vulnerables de Barcelona. Así, cerca de 2.000 niños y jóvenes pertenecientes a barrios como Torre Baró, Ciutat Meridiana y Roquetes participarán en actividades educativas y de ocio gracias a la beca de la campaña “Transforma el seu estiu”. El objetivo de esta iniciativa es acoger y ofrecer oportunidades a menores que, durante agosto, quedan fuera del circuito escolar, sin recursos sociales activos y en entornos familiares donde no pueden permitirse vacaciones ni espacios de cuidado alternativos.
Según los últimos datos recogidos por el Idescat, Ciutat Meridiana, Torre Baró y Roquetes presentan algunas de las rentas más bajas de toda España y las dificultades económicas, el hacinamiento y la falta de conciliación familiar convierten al casal de verano en un refugio para el bienestar infantil. Desde la fundación insisten en que la desconexión educativa durante el verano es especialmente perjudicial en contextos vulnerables.
Ciutat Meridiana, Torre Baró y Roquetes presentan algunas de las rentas más bajas de toda España, según el Idescat
“Aquí, muchas familias no tienen vacaciones. La piscina del casal será la única que muchos niños verán este verano”, explica Alana Hurtado, coordinadora de campañas sociales de la Fundació Pere Tarrés. “Hay familias que viven en una sola habitación y comparten espacio incluso con personas que no son de su núcleo familiar. Nuestro objetivo es que los niños puedan salir de ese entorno, disfrutar, y vivir un verano lleno de actividades. Este programa garantiza un entorno seguro, educativo, con una comida saludable al día, actividades, piscina y excursiones”.
Uno de los casos que refleja el impacto directo del programa es el de Daniel, un niño de nueve años con un diagnóstico pendiente de TDAH. Su madre, Ruth, relata cómo el casal ha supuesto un cambio significativo:
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“Daniel es muy movido, me estresaba mucho porque no paraba. Desde que viene al casal está más tranquilo, ya no pega, aprende a compartir. Y yo también puedo respirar. Ojalá existiera este casal todos los veranos”.
Todas las actividades tienen un enfoque pedagógico y se garantiza atención a menores con necesidades especiales
Todas las actividades programadas se diseñan con un enfoque pedagógico, con talleres creativos, juegos de investigación para los más mayores, salidas culturales y jornadas deportivas bajo un hilo conductor temático: este año, “Descubrimos el Mediterráneo” propone varias salidas a Bosc Vertical, a un club náutico donde llevarán a cabo actividades también de kayak, y un día de piscina a la semana. Además, se garantiza atención individualizada para menores con necesidades especiales.
“Los niños no están aquí solo para pasar el rato. Lo disfrutan, se sienten cuidados y están protegidos. Esto no es un simple lugar de paso: es su verano”, afirma Patrizia, monitora de 19 años, que también fue niña de casal y hoy acompaña a nuevas generaciones en su proceso de crecimiento.
La Fundació Pere Tarrés ha desplegado este verano más de 37.000 plazas en agosto en toda Catalunya y Baleares, 7.000 de las cuales son gratuitas, asegurando que ningún menor quede excluido de unas vacaciones dignas por motivos económicos.