La política argentina es una granja avícola

Roberto Caballero dedicó su editorial de este jueves en Caballero de Día (AM 530 – Somos Radio, lunes a viernes de 8 a 10 hs) que tituló «La política argentina es una granja avícola». En un comienzo, reflexionó sobre una reciente frase de la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza: “En la política argentina faltan hombres”. Sin desentenderse de la polémica, el periodista explicó que, más allá del género, lo que escasea en la política actual es autoridad. “Sobran gallinas, sobran huevos, pero falta alguien que ponga límites”, sintetizó.

Caballero se mostró de acuerdo con la provocadora afirmación de Mendoza, pero la resignificó como un diagnóstico sobre el vaciamiento del poder político frente a las corporaciones. “Cristina está presa y proscripta, entre otras cosas, porque la política perdió autoridad. Si hubiera autoridad política real, eso no pasaría”, sostuvo. Para el conductor, la raíz del problema está en la falta de una dirigencia capaz de enfrentarse al poder económico concentrado. “Falta quien le diga que no al FMI, a Mañeto, a Roca, a Pagani”, afirmó.

En ese marco, cuestionó la pasividad de muchos dirigentes del peronismo, a los que describió como “silenciosos”, “ausentes” y “sin vocación de representar”. Reivindicó, en cambio, a figuras como Cristina Fernández de Kirchner, Evita y Néstor Kirchner, como ejemplos de liderazgo con autoridad política. “La política no está para ser servidumbre del poder, sino para representar los sueños y las necesidades del pueblo”, recordó.

Sobre el final, Caballero defendió el valor de la discusión abierta por Mendoza: “Es una polémica sana. No se trata del poder de los hombres como categoría biológica. Se puede ser hombre y ser cobarde, se puede ser mujer y ejercer autoridad. Lo importante es que alguien esté dispuesto a pagar el costo de poner límites al privilegio”. Y concluyó con un llamado claro: “Necesitamos volver a tener una política con autoridad para dejar de vivir en esta anomia, donde se naturaliza la represión a jubilados o personas con discapacidad. Para eso elegimos representantes, no virreyes”.