La empresa siderúrgica más importante de Bragado suspendió sus operaciones por tiempo indeterminado. La incertidumbre golpea a cientos de familias.
En medio de una caída sostenida en la actividad económica, la siderúrgica ACERBRAG, la firma privada más grande de Bragado, detuvo por completo su producción y comunicó la medida a través de un parte interno que encendió todas las alarmas en el Parque Industrial.
La decisión fue tajante: suspensión total de las operaciones y sin fecha de reactivación, lo que deja en jaque directo a más de 600 trabajadores y pone en riesgo el principal motor productivo de la ciudad.

La empresa —de capitales brasileños— ya había dado señales de alerta a comienzos de año, con una primera paralización en febrero y marzo. Ahora, la situación se agrava: no hay expectativas de mejora en la demanda, y el panorama interno es de máxima preocupación.
A lo largo del último año, ACERBRAG transitó por una montaña rusa productiva. En 2023, despidió a 80 trabajadores en un intento por ajustar su estructura ante la retracción del mercado. Pocos meses después, en agosto, anunció una parada técnica para reemplazar un transformador y aumentar la capacidad operativa. La inversión generó expectativas que hoy se desvanecen frente a la nueva crisis.

Además de la caída en las ventas, la empresa enfrenta graves complicaciones con las paritarias, cuya negociación se prolongó durante todo 2024 sin obtener aún la homologación de la Secretaría de Trabajo de la Nación.
El impacto en la comunidad ya se hace sentir. ACERBRAG no solo representa uno de los mayores empleadores de Bragado, sino que sostiene gran parte del tejido económico local, con cientos de familias directamente afectadas por esta paralización. Por el momento, no hay definiciones oficiales sobre el futuro de la firma.