La salida de Marcos Ayerra y Esteban Marzorati, secretarios de Pyme y de Industria respectivamente, fue atribuida a «temas personales», según el comunicado oficial. Sin embargo, su renuncia coincide con la decisión del Gobierno de simplificar las estructuras y unificar las funciones de ambas secretarías bajo la órbita de la Secretaría de Coordinación de Producción, que depende del Ministerio de Economía.
Esta medida, que según el comunicado busca «optimizar la estructura», es vista por el sector como la estocada final para miles de pequeñas y medianas empresas que dependen de la asistencia estatal. Daniel Rosato, presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), fue tajante al respecto: “Esta medida podría significar la desaparición de miles de pymes que requieren una asistencia que nunca tendrán”.
Un éxodo de funcionarios y un ajuste implacable
El cierre de estas áreas se da en un contexto de constantes renuncias. En las últimas semanas, Santiago Migone, subsecretario de Gestión de Producción, también abandonó su cargo. El «goteo de mandos medios», como se lo conoce, se atribuye a los bajos salarios en el Estado, que están generando un fuerte malestar en todas las áreas.
Además, el texto revela que la Secretaría Pyme ya había perdido gran parte de sus programas y fondos, en el marco del plan de ajuste que lleva adelante el gobierno de Javier Milei. Con esta nueva decisión, el Gobierno parece confirmar su política de desmantelar las estructuras de apoyo a la producción, dejando a la industria nacional a la deriva en un momento de crisis.
Rosato ha solicitado al «gobierno nacional revertir esta decisión» para potenciar el apoyo a las pymes, pero el destino de estas secretarías ya parece sellado. El cierre es un nuevo capítulo en el plan de ajuste de Milei, que impacta directamente en el corazón de la economía productiva del país.