Más de un centenar de niños y adolescentes aguardan por una familia. Algunos llevan años en hogares de abrigo, soñando con escuchar un “buenos días” o soplar las velas de una torta de cumpleaños. El proceso para llegar a ese encuentro transformador es riguroso, a veces extenso, pero también está lleno de historias que conmueven y que muestran que adoptar es, ante todo, un acto de amor.
10 de agosto de 2025 11:00
Muchos niños y adolescentes jamás sintieron el calor de una familia. “Hay chicos que nunca recibieron un abrazo en Año Nuevo ni un beso de buenas noches. No saben lo que es una torta de cumpleaños”, lamenta César Aquino, director del Centro de Adopciones del Ministerio de la Niñez y Adolescencia (MINNA).
Para él, adoptar no es un acto de solidaridad, sino de amor genuino. “Del primer día que llegan, ya te dicen mamá o papá. Es hambre de afecto. Eso es lo que piden y ruegan todos los días a Dios”.
El funcionario explica que los plazos administrativos se redujeron, aunque el camino aún presenta desafíos. “Hay evaluaciones psicosociales, documentales, un consejo que analiza cada caso y un plan de relacionamiento previo. El objetivo es garantizar que la familia y el niño establezcan un vínculo afectivo antes de la guarda preadoptiva”, detalla en entrevista con el programa Residentas (canal GEN).
Uno de los factores que alargan la lista de espera —que en algunos casos llega a 7 u 8 años— es que la mayoría de las familias postula para niños de 0 a 3 años, sin discapacidad ni enfermedades. Sin embargo, los niños declarados en estado de adoptabilidad suelen ser mayores, adolescentes o tener alguna condición de salud. “Es difícil dar respuesta cuando el perfil que busca la familia no coincide con la realidad de los niños que esperan”, señala Aquino.
Entre las experiencias más conmovedoras que guarda el Centro de Adopciones, Aquino recuerda la de un niño de 9 años que creció en un hogar de Hohenau. El año pasado, conoció a la pareja que sería su familia durante una visita de relacionamiento. “Cuando se estaban despidiendo, el niño les preguntó: ‘¿Ustedes creen en Dios?’. Ellos respondieron que sí. Entonces él dijo: ‘Porque yo cada noche rezo para que ustedes me vengan a buscar’. Les pidió una foto y prometió llevarla siempre en su mochila para sentirlos cerca”, relata. Un mes después, el pequeño ya estaba viviendo con ellos. Hoy, esta adopción está formalizada y el niño vive con su nueva familia.
¿Qué pasa con los hermanos? La política del Centro es mantener a los hermanos juntos siempre que sea posible. Así ocurrió con tres hermanas de 16, 14 y 12 años que fueron adoptadas por una pareja de extranjeros radicados en Paraguay. “Les cambió la vida a todos. Ellas dejaron de verse como parte de un hogar y empezaron a verse como familia”, afirma Aquino.
Pero un aspecto importante es que no todos los niños o adolescentes quieren ser adoptados. En esos casos, el MINNA desarrolla programas de acompañamiento para capacitarlos, apoyarlos en la inserción laboral y, si es posible, garantizarles una vivienda cuando cumplen la mayoría de edad.
También existen las familias acogedoras, que cuidan a los niños hasta que se resuelva su situación legal y que, si lo desean, pueden luego iniciar el proceso de adopción.
Para adoptar en Paraguay, la ley exige que los matrimonios tengan al menos tres años de unión, las parejas en unión de hecho cuatro años y que las personas solteras, divorciadas o viudas también puedan postular. Los interesados pueden acercarse al Centro de Adopciones, en Oliva y Ayolas (Asunción), o llamar al (021) 228 777.
¿A dónde va nuestro dinero?: la importancia de planificar hasta el “tercer tiempo”
Más allá de cuánto ganamos al mes, un factor que tienen en común muchas personas es que no planifican sus gastos y, llegado un momento, no saben a dónde fue a parar ese dinero. Desde los egresos fijos hasta las salidas y actividades que nos hacen felices, todo debe ser presupuestado para un mejor rendimiento.
9 de agosto de 2025 11:00
Si desde pequeños tuviéramos más conocimiento sobre un manejo financiero saludable básico, si nos enseñaran cómo administrarnos, tomaríamos decisiones más sabias y prudentes a la hora de utilizar lo que con tanto esfuerzo obtenemos.
Lucciana Duarte, experta en finanzas, explica la importancia de tener conciencia de nuestros gastos mensuales, a fin de corregir errores o mantener lo que estamos haciendo bien.
“Hay que saber a dónde va el dinero, no por control, sino por tranquilidad, porque, si sé a dónde se fue, puedo tomar diferentes decisiones”, señaló, en una visita a los estudios del canal Gen, en el programa Residentas.
Por citar un solo ejemplo, en su rol de asesora financiera, Duarte ha recibido a personas que van 23 veces al mes al supermercado, esto es casi todo el mes, con los riesgos de comprar demás y caer en la tentación de adquirir cosas innecesarias.
Por ello, las compras de supermercado, definitivamente deben figurar en nuestra planificación financiera, con detalles de lo que verdaderamente necesitamos y con la opción de clasificar los productos (alimentos, limpieza, higiene, etc.) y de acudir una vez por semana.
Una manera sería planear la cantidad de comida para una semana, sea almuerzo o cena, y comprar en base a ese tiempo y a ese fin, en lugar dde adquirir todo de una vez y dejar que de desperdicie,
“Lo que pasa es que no incluimos darnos los gusto y las cosas que sí nos hacen felices, pensamos que todo es gasto, pero si hacemos un presupuesto en donde incluyamos lo que nos hace bien, vamos a tener una motivación y a empezar a hablarnos en forma más positiva”, destacó la experta.
LAS TARJETAS Y EL USO EQUIVOCADO
Muchas personas utilizan las tarjetas como medio de financiación, exclusivamente como un préstamo de dinero que el banco les da. Sin embargo, aquí se crea un mal hábito, pues lo ideal sería usar y pagar.
Actualmente existen muchos beneficios en diferentes rubros y conceptos. Por ejemplo, si con la tarjeta X tengo descuentos en el supermercado los días jueves, entonces, parte de la planificación financiera debe ser adquirir el hábito de aprovechar ese día.
De la basura a la construcción: cómo Ruruka da una segunda vida a los residuos industriales
Dar una segunda vida a los residuos industriales es la premisa bajo la cual fue creada “Ruruka”, que aprovecha estos insumos para crear materiales de construcción, con una idea innovadora que apunta a la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente.
3 de agosto de 2025 12:00
Por Robert Bourgoing (@robertb_py)
En un mundo en el que la apuesta es cada vez más fuerte por estrategias y alternativas que apunten al cuidado del medio ambiente y la sostenibilidad, apareció una propuesta “made in Paraguay” que cumple con esta premisa.
“Ruruka” es un emprendimiento dedicado a la creación de materiales de construcción, principalmente ladrillos, a base de residuos industriales, lo cual permite darles una segunda oportunidad y, a su vez, evitar que sean desechados.
El nombre proviene del término guaraní “ruka”, que significa “traer”, según explica Carmen Paredes, CEO y fundadora de esta innovadora startup nacida en nuestro país.
“El nombre de ‘hacer traer’ viene también porque nos encargamos mucho de la logística de conectar con las industrias que normalmente no se comunican con los generadores de lodos residuales, alfareros y el sector de la construcción”, refirió al canal PRO.
Lo que empezó como un pequeño proyecto hoy día trasciende fronteras, ya que Paredes tuvo la oportunidad de ir a dar a conocer Ruruka en países como Arabia Saudita y Japón, junto a otros destacados emprendedores a nivel global.
Según señaló, actualmente se concentran en trabajar con lodos orgánicos y que no cuenten con metales pesados, los cuales posteriormente trasladan a la ciudad de Tobatí, donde un equipo de profesionales alfareros fabrica los “ladrillos sostenibles”.
Sobre este punto, destacó el apoyo que brindan a mano de obra local dándoles trabajo con esta iniciativa, siendo un enorme respaldo para la comunidad de artesanos de esta pequeña localidad del departamento de Cordillera, caracterizada por la alfarería y la olería.
“Había industrias que generaban 20 toneladas de lodos residuales por día, al día siguiente 25 toneladas, esto varía dependiendo de la industria”, indicó, dando una idea de la cantidad de materia prima de la que pueden disponer.
De manera a dar garantías sobre la calidad de los materiales, se realizaron pruebas con el Instituto Nacional de Tecnología, Normalización y Metrología (INTN), las cuales —confirmó— están siendo superadas de manera exitosa, a falta de llegar a una estandarización final. Esto permitirá a futuro a Ruruka salir al mercado y sumarse a los demás competidores.
Paredes enfatiza que los ladrillos elaborados por la firma sí son aptos para el rubro de la construcción, por lo que no habrá inconvenientes en caso de que deseen utilizarlos para viviendas o edificaciones.
Además de los ladrillos prensados y huecos, los lodos residuales también son utilizados para la fabricación de productos cerámicos, incluyendo ornamentos decorativos.
La CEO de Ruruka espera que dentro de poco tiempo puedan empezar a comercializar los ladrillos elaborados con residuos industriales, lo cual también les permitirá seguir impulsando esta loable iniciativa nacida en suelo paraguayo.
Amiloidosis: alertan sobre la “herencia silenciosa”, todavía ausente en Paraguay
Los casos de amiloidosis todavía no fueron registrados en nuestro país, sin embargo, médicos especialistas llaman a una mayor conciencia sobre la enfermedad. Al respecto, instan a acudir a los centros especializados para evitar detecciones tardías y consecuencias graves.
3 de agosto de 2025 08:30
La amiloidosis es una enfermedad poco conocida, progresiva y hereditaria, que puede afectar al corazón, los nervios, los riñones y otros órganos vitales. En el país, médicos especialistas del Instituto de Previsión Social (IPS) y de la Sociedad Paraguaya de Neurología vienen alertando sobre la necesidad de mejorar su diagnóstico temprano, ya que la falta de sospecha clínica retrasa el tratamiento y compromete la calidad de vida de los pacientes.
El neurólogo Víctor Ojeda, del Área de Enfermedades Neuromusculares del Servicio de Neurología del IPS, explicó que la amiloidosis es una enfermedad silenciosa y genética. Muchas veces las personas no saben que son portadoras, y cuando aparecen los síntomas ya hay daño en órganos claves.
Al respecto, expuso la importancia de identificarla a tiempo, ya que puede hacer una gran diferencia en la evolución del paciente.
Existen diferentes tipos de amiloidosis y cada una de ellas impacta en distintos órganos. Los síntomas que presenta la persona dependen del órgano afectado. Entre los más comunes se encuentran: insensibilidad y hormigueo en los pies, cambios en los hábitos intestinales, insuficiencia renal y cardíaca, disfunción motora en piernas, dificultad para respirar, entre otros.
Entre las formas familiares o hereditarias de amiloidosis la más común es la amiloidosis asociada a transtiretina (hATTR), cuyo tratamiento tiene como objetivo detener la producción y el depósito de amiloide para aliviar los síntomas clínicos. Esta variante suele presentarse entre los 30 y 60 años.
“Muchas personas llegan con síntomas confusos que no mejoran con tratamientos convencionales. Ahí es importante pensar también en enfermedades como la amiloidosis justamente porque se presenta de manera poco específica y no está en el radar de todos los profesionales de salud”, agrega el especialista.
Asimismo, los miembros de la Sociedad Paraguaya de Neurología, coinciden en que en Paraguay se debe insistir en el primer nivel de atención, protocolos estandarizados de referencia, y acceso a tratamientos de última generación, como ocurre en países vecinos.
A nivel local, el hospital de referencia para el manejo de los casos sospechosos, es el Instituto de Previsión Social (IPS), donde está conformada un área de enfermedades neuromusculares, la única del país, que cuenta con profesionales que conocen de la enfermedad y se encuentran enfocados en el diagnóstico y manejo de enfermedades del sistema nervioso periférico.
Cabe mencionar que, la enfermedad no tiene cura, pero existen tratamientos que pueden ayudar a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
En general el promedio de edad para este tipo de enfermedad, suele ser alrededor de los 50 años, pero hay formas más tempranas también.