El clima en City Bell cambió. Estudiantes volvió a ganar, recuperó confianza y ahora la mira está puesta en el gran objetivo del año: la Copa Libertadores. Este miércoles, desde las 19, el equipo de Eduardo Domínguez visitará a Cerro Porteño en el Estadio La Nueva Olla por la ida de los octavos de final. Antes de poner un pie en suelo paraguayo, el Pincha vive horas de concentración absoluta y una logística milimétrica para llegar en las mejores condiciones a un duelo de alta exigencia.
El plantel retomó los entrenamientos inmediatamente después del triunfo frente a Independiente Rivadavia. Los que no jugaron realizaron trabajos con pelota y gimnasio, mientras que los titulares hicieron tareas regenerativas. La planificación de viaje es ajustada: se entrenarán por la mañana hasta el martes inclusive, para luego almorzar en el Country de City Bell y subir al colectivo que los llevará directo al aeropuerto. El arribo a Asunción está previsto para la tarde, con hospedaje en un complejo deportivo ubicado a unos 40 kilómetros de la capital paraguaya, donde realizarán la última práctica antes del partido.
La agenda es frenética: ayer y hoy entrenamientos matutinos; mañana, práctica y vuelo a Paraguay; el miércoles 13, el duelo copero en Asunción; el jueves 14, regreso y entrenamiento; el viernes 15, nueva práctica; el sábado 16, entrenamiento vespertino y concentración; y el domingo 17, choque ante Banfield por el Clausura.
En suelo guaraní, Estudiantes buscará dar el primer golpe en una serie que promete ser cerrada. El “Barba” Domínguez sabe que, más allá de la levantada reciente, la Copa es otro cantar y que Cerro será un rival durísimo, empujado por su gente y por la presión de los octavos. El Pincha llega con envión, con juveniles que se ganaron un lugar y con la ilusión intacta de seguir haciendo historia en el torneo continental más prestigioso del continente.