El aumento de los aranceles estadounidenses a los productos brasileños es resultado de una combinación de intereses políticos y económicos que refleja el deseo de la extrema derecha estadounidense, liderada por Steve Bannon, de desestabilizar Brasil.
Así lo afirmó Celso Amorim, asesor especial de política exterior de la presidencia brasileña, en una entrevista en la que añadió que «es imposible saber cuánto de esta decisión de la Casa Blanca se debe a la influencia del expresidente Jair Bolsonaro y cuánto a la intención de Washington de fortalecer la extrema derecha en América Latina».
Amorim aclaró que «nunca ha habido antiamericanismo» por parte del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y añadió que dentro de la administración Trump existe una teoría que refuerza la idea de una nueva división del mundo en bloques regionales.
«Quieren considerar a Sudamérica y Latinoamérica como parte de su propio patio trasero. Pero no lo aceptaremos. No somos el patio trasero de nadie, reiteró, y por eso debemos diversificar nuestros socios», citando a Asia y la Unión Europea como prioridades.
Amorim también vinculó los aranceles estadounidenses con el esfuerzo de los BRICS por reducir su dependencia del dólar, calificándolo de «proceso inevitable» vinculado al debilitamiento del sistema multilateral.
«Es algo que ocurrirá, y es positivo que ocurra. Pero ocurrirá independientemente de la voluntad de los gobiernos».
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA