Si querés defender la educación y estás cansadx de las agrupaciones que hacen negocios con tus derechos, si te molesta que despidan laburantes y que le ofrezcan un kilo de milanesa de aumento a quienes nos enseñaron a leer y a escribir, organizate con nosotros para pelear por recuperar el derecho a votar Centro de Estudiantes. Necesitamos tener una herramienta de organización para pelear por todos nuestros derechos: contra la motosierra de Milei y el serrucho de Sadir, por una universidad realmente al servicio de los trabajadores.
Sobran los motivos
El ajuste del gobierno a nivel nacional tiene los sueldos docentes por el piso y el presupuesto de funcionamiento de la universidad y de ciencia y técnica (CONICET) asfixiados. La crisis pega en nuestra vida cotidiana y estudiar es cada vez más difícil.
También hay un intento de avanzar, junto con el CIN (rectores), en la implementación del SACAU, un nuevo ataque a la universidad.
Quienes elegimos estudiar en la Facultad de Humanidades lo hacemos porque no nos dan lo mismo las injusticias. Lo hacemos porque queremos aprender para aportar soluciones a los grandes problemas de la sociedad.
Pero cuando entramos a la facultad, nos encontramos con un lugar donde ni siquiera tenemos derecho a elegir Centro de Estudiantes -la agrupación peronista Juntos se aprovechó de la pandemia para no llamar más a elecciones desde el 2019-; donde la mayoría de las agrupaciones peronistas y radicales transformaron la política en un negocio; donde no podés tener voz ni pensamiento crítico, solo hacer lo que ellos quieren a cambio de algo que vos necesites para cursar, ya sea una beca, una fotocopia o apuntes.
Podríamos decir que le hacen la segunda a la derecha de Milei: juegan con las necesidades de los estudiantes que los mismos partidos que ellos apoyan generaron/generan. Y, mientras tanto, se encargan de que no exista ningún espacio de organización donde las y los estudiantes podamos charlar y debatir cómo hacemos para enfrentar la crisis que nos atraviesa a todas y todos.
Milei dice que las universidades son centros de adoctrinamiento marxista ¿Realmente lo son?
En muchas de las cátedras, la situación es similar. Aunque nos enseñan teorías críticas, lamentablemente son solo eso: críticas dentro de este sistema capitalista. Ni se te ocurra pensar en que puede existir otro sistema.
El autoritarismo sigue siendo moneda corriente, y si querés tener alguna posibilidad de conseguir trabajo en un futuro, calladito te ves más bonito. Una vez más, si no sos parte de las agrupaciones que están con las autoridades, quedaste afuera.
¿Y las autoridades?
En el caso de la UNJu, el año pasado, cientos de estudiantes, docentes, no docentes y familias fuimos parte de la pelea nacional, con una marcha histórica el 23 de abril.
Las autoridades mantuvieron la misma estrategia impotente que el resto de las universidades: frenar la movilización y negociar con el gobierno. Pero, como si eso fuera poco, mientras miles cantamos “Universidad de los trabajadores”, sostienen lazos con empresas como Ledesma, mineras como Minera Exar S.A., que ganan millones, contaminan, saquean el territorio y despiden trabajadores. También, sostienen convenios con SSR Mining, Tsingshan y Sales de Jujuy, que forman parte del conjunto de mineras que saquean la provincia y los territorios de las comunidades.
La frutilla del postre es el convenio con Gendarmería Nacional, que, solo en el último año, se llevó la vida de dos jóvenes en Orán y La Quiaca.
Ahora, ¿por qué nos vamos a resignar a que sea siempre así?
El año pasado fuimos 15.000 personas en la marcha en defensa de la universidad. Hubo asambleas de más de 100 personas, asambleas por carreras, clases públicas y hasta una toma de la facultad donde se empezó a cuestionar el problema de no tener centro y la antigüedad del estatuto.
Si nos vamos más lejos, en 2023 fuimos muchos los estudiantes que abrimos la facultad para alojar a las maestras y las comunidades del interior que estaban peleando contra la reforma de Morales.
Todo eso mostró otra forma de hacer política: donde las y los estudiantes tenemos voz para decidir, voz para compartir los problemas que vivimos (cada vez es más difícil cursar, independizarse parece una utopía, sin el BEGU es difícil transportarse y conseguir laburo es una odisea), y, sobre todo, voz para decirle al gobierno que no va a ser este el destino de nuestras vidas.
Te puede interesar: Proyecto de Manifiesto agrupaciones universitarias Juventud del PTS e independientes 2024
Te puede interesar: Proyecto de Manifiesto agrupaciones universitarias Juventud del PTS e independientes 2024
Cuando cantamos “universidad de los trabajadores”, lo gritamos no solo para ingresar a la facultad, sino también para egresarnos, y para que nuestros conocimientos estén al servicio de la clase trabajadora, de nuestras familias, de aquellos que mueven la provincia, el país y el mundo.
Después de todo eso, no podemos seguir con la normalidad que quieren las agrupaciones radicales y peronistas y las autoridades. Eso es lo que le sirve a Milei.
Para enfrentar a la derecha que ajusta a nuestra universidad y a los trabajadores, que es cómplice de un genocidio en vivo y en directo como en Gaza, se vuelve urgente y necesaria la pelea por tener elecciones de Centro de Estudiantes, por tener una herramienta de organización.
Para hacerlo, no estamos solos y solas. En la pelea en defensa de la educación pública en la provincia, el sindicato de profesores (CEDEMS) hace dos años recuperó el gremio, que estaba en manos de gente que apoyaba al gobierno.
Hace siete meses, las maestras de primaria ganaron las elecciones de su sindicato (ADEP). Obviamente, como al gobierno le da miedo que el mismo esté en manos de las maestras, les hicieron un fraude, que hasta el día de hoy las maestras enfrentan.
Con ellas tenemos que hacer un pacto para pelear juntas y juntos en defensa de nuestros derechos democráticos: por nuestro derecho a Centro de Estudiantes, por su derecho a que les devuelvan el sindicato.
Acá nadie se salva solx
¿Se vuelve urgente tener derecho a elegir Centro de Estudiantes para defender la universidad pública ante los ataques de Milei? Sí.
¿Se vuelve urgente tener derecho a elegir Centro de Estudiantes para discutir cómo conseguimos un BEGU que alcance y que lo den a tiempo? ¿Para pelear por becas para todos aquellos que lo necesiten, para discutir nuestros planes de estudio? Sí.
Pero no nos conformamos con eso. Eso solo no alcanza.
Hoy, el gobierno de Milei y de Sadir busca hacer un país y una provincia donde nos expriman hasta el último segundo de vida para darle todo al FMI y a las grandes empresas; en el caso de nuestra provincia, como Ledesma.
Por eso, la pelea por Centro de Estudiantes tiene que ir unida a la pelea por unirnos junto a las maestras, a los profesores, a las y los trabajadores de Ledesma, para construir una fuerza social que pueda terminar con los planes de los ricos y empezar a construir una salida a favor de las mayorías.
Quedarnos con el nudo en la garganta no es una opción. Es momento de poner manos a la obra. Somos la izquierda de Myriam Bregman y Ale Vilca, la única oposición que se planta en cada lucha. Organizate con nosotras y nosotros junto a los trabajadores para recuperar el Centro de Estudiantes, para apoyar a las y los trabajadores, para que dejen de decidir por nosotros en la facultad, en la provincia y en el país.