El 16 de julio de 2011 Tyler Hadley, un joven de 17 años de Florida, Estados Unidos, asesinó a su madre y a su padre en su propia casa. Después de golpearlos hasta la muerte con un martillo de forma atroz, invitó a varios amigos para dar una fiesta, y unos 60 adolescentes concurrieron, sin saber que en la habitación de arriba yacían los cuerpos de Blake y Mary-Jo Hadley.
En el quinto capítulo de la serie Interview with a Killer (Entrevista con un asesino), titulado como «Ira adolescente» y transmitido por Court TV, habló por primera vez desde que cometió el parricidio.
El investigador y reportero David Scott, se sentó frente a frente con Hadley, quien permanece en prisión desde 2014 y actualmente tiene 30 años.
Se declaró inocente en 2014 de los dos cargos de asesinato en primer grado, pero el jurado no lo consideró así. Y fue sentenciado a dos cadenas perpetuas consecutivas, sin posibilidad de solicitar libertad condicional.
Esa noche fatal, publicó unas horas antes en su cuenta de Facebook: «Fiesta en mi casa esta noche, tal vez». Algunos de los chicos que asistieron informaron posteriormente a la policía que la casa tenía «un olor extraño», y otros notaron salpicaduras de sangre en diferentes partes de la vivienda.
Tyler Hadley, el enigmático joven que pasó por siete diagnósticos
«Tu madre recibió 3637 golpes«, le enuncia el presentador ni bien comienza la entrevista. «Fuiste analizado por psiquiatras y psicólogos ni bien ocurrió el hecho, pero fuiste un enigma para todos ellos», le anuncia, y le pregunta si tiene recuerdos de lo que sucedió.
«Está borroso en mi mente, pero creo que mi papá salió corriendo, me miró fijo por un segundo, me preguntó por qué lo hacía, y yo le dije: ¿por qué no?«, relató el propio Hadley, con la mirada baja por momentos y en otros un tanto desorbitada.
Tyler Hadley junto a sus padres. (Foto: Captura de video Court TV)Indicó que tuvo «una infancia soñada, de las que cualquier niño hubiese querido imaginar», pero alega que fue un «niño atormentado por su propia mente».
«Era un adolescente inmaduro que intentaba estafar y manipular, pero realmente yo no tenía necesidad de eso, porque tuvo dos padres amorosos con carreras profesionales», sostuvo.
También tenía un hermano mayor, y estaban muy presente en sus vidas sus abuelos, tías y tíos cercanos, primos. «En tu expediente figura que un médico notó desesperanza, impotencia, e inutilidad en tu forma de expresarte», le dice el reportero, y le consulta si así se sentía realmente.
«Sí, no encajaba en ningún lugar, y ni siquiera sé de dónde salían esos pensamientos, muchos sobre hacerme daño, pero desde que era un niño y estaba en segundo grado me vieron tres psiquiatras; eso era lo normal para mí», contó.
Tuvo varios diagnósticos: trastorno depresivo, ansiedad generalizada, fobia social, trastorno disruptivo, trastorno de conducta, bulimia, hipotiroidismo, y recibió diferentes medicaciones para tratarlos.
«No me involucré en lo absoluto, nunca seguí ningún tratamiento», reconoció el joven. «Ninguna de esas drogas mejoró mi situación», aseguró.
A los 14 años ya bebía, fumaba, robaba, mentía, y se escapaba cada vez que podía. «Mis padres ya no podían confiar en mí, no sabían quiénes era mis verdaderos amigos, y estaban preocupados por mí», indicó.
Estuvo internado en dos centros de salud mental diferentes, y participó de varios programas de rehabilitación por abuso de sustancias. El siguiente paso era institucionalizarlo de forma indefinida en un centro de salud mental, y cuando sus padres se lo comunicaron él los amenazó con lo que creyeron que era humor sarcástico.
La noche del crimen, la «fiesta asesina» de Tyler Hadley
«La fiesta asesina de Tyler Hadley», así describieron los medios locales aquella fiesta «épica» que dio Tyler la misma noche que asesinó a sus papás. Fueron más de 60 adolescentes en masa a la propiedad, que luego fue encontrada llena de latas de cerveza en todo el patio.
«Les estaba pasando la dirección por mensaje de texto a mis amigos mientras todavía estaba cubierto de sangre«, reveló, y sin titubear asumió que había planificado durante meses el acto.
Tyler Hadley durante la fiesta, horas después de asesinar a sus padres. (Foto: Captura de video Court TV)«El pensamiento comenzó una tarde que bebí un montón de cerveza y fumé marihuana con una amiga, que bromeé sobre matar a mis padres,y la idea se quedó en mi mente», confesó en la entrevista televisiva.
«Ya no pude sacarlo de mi cabeza hasta que lo hice», dijo, y aseguró que sufrió de «rabia maníaca» y que no podía controlar el movimiento de su mandíbula aquella noche.
«Los análisis forenses sugieren que tus padres estuvieron vivos la mayor parte del ataque, y que estaban tan shockeados, o tal vez te amaban demasiado, que ni siguiera intentaron defenderse», sugirió el presentador.
«Tal vez fue así, o tal vez no, pero creo que tuve un brote psicótico porque todo ese comportamiento y pensamiento compulsivo desapareció cuando terminé de hacerlo», señaló el joven.
Durante el interrogatorio con la policía. (Foto: Captura de video Court TV)Incrédulo, Scott le recordó que al principio en su declaración policial cuando fue acusado dijo que había tenido alucinaciones y trató de que le diagnosticaran esquizofrenia para evitar ser juzgado como adulto por el tenor y la atrocidad del crimen.
«Es cierto, mentí, pero era un chico de 17 que estaba en serios problemas. Yo supongo que tuve una especie de alivio mecánico y robótico; no sé cuanto tiempo tardé en reaccionar, pero enseguida me puse a limpiar todo, me reprimí, y me dediqué a mis asuntos, que era tener una fiesta», describió.
Tyler Hadley, la ficha policial en el momento de su detención. (Foto: AP)«Nunca pensé que me arrestarían, ni que mi mejor amigo me denunciaría«, indicó. Se refiere a Michael Mandell, un joven de su misma edad a quien le confesó lo que había hecho, creyó que se trataba de una nefasta broma y luego de ir él mismo hasta la habitación de los papás y ver los destrozos que había, y la sangre por todas partes, supo que era real.
Mandell llamó a la policía y detalló lo que vio. La mañana siguiente del asesinato, el 17 de julio de 2011, Tyler fue arrestado. Casi tres años después tuvo lugar el juicio, donde descartaron como argumento la «enfermedad mental grave» que decía padecer.
«Nadie en este mundo te ama como tus padres, y si hubieras matado a alguien más, tus padres serían los únicos que te visitarían», le dijo Scott al ya condenado joven, que asintió y le dijo que siente remordimiento.
Tyler Hadley en la actualidad. (Foto: Captura de CourtTV)«Quisiera volver el tiempo atrás y simplemente no hacerlo. No espero que me crean, pero no tengo idea por qué lo hice; quizás quise detener su dolor y el mío, y nunca más volví a tener ideas violentas», expresó.
Durante la audiencia, el juez Robert R. Makemson calificó el crimen de «brutal, atroz y premeditado». Los fiscales señalaron que mientras estaba en prisión, Hadley se hacía llamar «Hammer Boy», y firmó autógrafos para otros recluso.
Su tío, hermano de su difunto padre, dijo que sintió alivio por la condena perpetua. «Aunque nos haya costado mucho ver que ese niño tan gracioso y amoroso se convirtió en este monstruo, él no puede irse de ahí nunca, porque ahí es a donde pertenece», declaró ante la prensa.
