11.6 C
Buenos Aires
domingo, agosto 17, 2025

Sebastián Ortega revela secretos de “En el barro” y qué estrella le pidió actuar en la serie que estrenó Netflix

Más Noticias

El productor Sebastián Ortega.
El productor Sebastián Ortega.

Foto: Hernan Zenteno – La Nacion

Sebastián Ortega no quiere que En el barro, la nueva serie que expande el universo de El marginal, se limite a replicar la estética carcelaria. Su objetivo es mantener la esencia narrativa de la saga: meterse de lleno en la historia, en el encierro y en el alma de sus personajes. Esta vez, con una vuelta de tuerca que marca tanto un cierre como un renacimiento en la ficción argentina más influyente de los últimos años.

Desde la amplia oficina que ocupa en la sede de Underground, Ortega adelanta en un extenso mano a mano con La Nación todo lo que hay que saber sobre el primer desprendimiento en forma de serie que tendrá El marginal.

Desde hoy estarán disponibles en Netflix los ocho episodios completos de En el barro, cuya trama se inicia con la llegada a la prisión femenina de La Quebrada de un grupo de reclusas encabezada por Gladys Guerra, o La Borges (Ana Garibaldi), el personaje desde el cual la trama de El marginal se conecta con esta nueva historia, ajena y cercana a la vez a su fuente original.

“Es un desafío gigante –continúa Ortega–. Acá no hay solo dos o tres protagonistas sino una gran cantidad de personajes y la idea fue contar de dónde venía cada una y qué era lo que estaba viviendo. Cada situación es muy diferente, de una cirujana-esteticista hasta una chica acusada de asesinar a su novio. El tema de Gladys es la acumulación, por eso su flashback es el más extenso”.

En este nuevo capítulo Ortega asume como creador, showrunner, autor (junto a Omar Quiroga, Silvina Fredjkes y Alejandro Quesada) y director general el mismo compromiso que asumió a lo largo de la historia de El marginal. Y dedica buena parte de la charla a uno de los puntos fuertes de la serie, un poderoso elenco femenino que encabezan Rita Cortese como directora del penal y, encarnando a otras tantas reclusas, Cecilia Rossetto, Lorena Vega, Valentina Zenere, Juana Molina, María Becerra (en su debut actoral), la española Ana Rujas y la recordada exboxeadora Alejandra “Locomotora” Oliveras, fallecida el 28 de julio último.

A ellas se suman Justina Bustos, Juan Gil Navarro, Erika de Sautu Riestra, Carolina Ramírez, Camila Peralta y Marcelo Subiotto. También Gerardo Romano, retomando el personaje de Sergio Antín que entregó en El marginal.

No será el único regreso desde el universo original. “Gladys viene arrastrando varios delitos, el último de los cuales fue el secuestro de la mujer de Antín –detalla Ortega–. Lo que nos pareció muy interesante en esta etapa nueva es algo que nos acercó Rodolfo Palacios y comenzó a ser explotado en la realidad a partir de la pandemia. El tema del uso de los celulares y las salidas a través de Internet”.

—Hay en un momento un flashback muy elocuente al respecto. La cárcel en plena pandemia, el corte de las visitas y el reclamo por los contagios. Todo cambió desde allí.
—Y la forma en que se infiltran todos estos elementos en la cárcel son de un ingenio increíble. Lo que queríamos era ampliar la mirada sobre el universo carcelario desde esa perspectiva, los negocios que se generan desde adentro como el tráfico de pornografía filmada dentro de la misma cárcel o el manejo del ingreso a través de las “visitas higiénicas” para tener encuentros personales con algunas de esas chicas. También ampliamos ese retrato con el tema de las presas que entran embarazadas o quedan dentro de la cárcel en ese mismo estado.

—Siempre existió cierto morbo detrás de las películas o las series ambientadas en cárceles de mujeres, que a esta altura funciona casi como un género en sí mismo. Y unos cuantos clisés bastante exacerbados de exhibicionismo o degradación que nunca faltan. ¿Evaluaron esos riesgos, los tuvieron en cuenta?
—Siempre está latente toda esa cuestión, porque estas historias siempre son convocantes, atraen. Lo primero que hicimos para evitar esos lugares comunes fue hacernos de un muy buen elenco. Pilares como Rita Cortese o Lorena Vega te dan cierta tranquilidad. También Juana Molina, que llevaba más de 30 años sin hacer ficción, o traer de vuelta a Gerardo Romano. Y nos tomamos todo el tiempo necesario para visitar cárceles y charlar con muchas mujeres que conviven en el encierro por diferentes razones.

—¿Cómo fue todo ese trabajo previo?
—Muy útil. Estuvimos allí todas las cabezas de equipo, los autores, la directora de arte. Una vez, recuerdo que volvíamos del penal de Ezeiza todos callados bajando la energía y la información que habíamos recolectado allí. Queríamos una convivencia entre reclusas parecida a la que teníamos en El marginal para facilitar la puesta de cámara. Pabellones donde habitaban entre 15 y 20 reclusas. Cada espacio con toques personales.

—El marginal es un caso excepcional de continuidad en las ficciones argentinas. Y una historia que encabezó en su momento una corriente extendida en el audiovisual argentino muy interesada en el retrato de la marginalidad, la delincuencia, las relaciones complejas y a veces muy turbias entre la ley y el hampa. Ahora quedaron prácticamente solo ustedes. ¿Por qué El marginal consiguió mantenerse tanto tiempo?
—Creo que los personajes entraron muy fuerte en el imaginario de la gente. Al día de hoy algunos actores me siguen contando que los llaman por los nombres de sus personajes. A Roly Serrano le quedó para siempre El Sapo. Y a Nico Furtado, no solo acá, también trabajando como ahora mucho tiempo fuera del país, le siguen gritando Diosito por la calle. Con El marginal nosotros podríamos haber seguido tranquilamente diez temporadas, pero en un momento nos dijimos: hay que cerrar acá. Que la serie termine arriba y el público se quede con ganas de más.

—Y ahora tenemos más con En el barro.
—Claro. Y como pasaba eso nos pareció interesante volver a abordar el encierro, pero ahora desde el punto de vista de las mujeres. Y nos encontramos con un mundo diferente con situaciones y sensibilidades distintas. Y sobre todo con muy pocas visitas, a diferencia de lo que pasa en las cárceles de hombres. Las mujeres son realmente marginadas en la mayoría de los casos por las familias. Está muy mal visto que una mujer caiga presa. Y muchas son víctimas de sus propias parejas.

Valentina Zenere y Ana Garibaldi, dos de las protagonistas de
Valentina Zenere y Ana Garibaldi, dos de las protagonistas de «En el barro».

Foto: Consuelo Oppizzi / Netflix

—Los personajes de Valentina Zenere y María Becerra representan esa situación.
—Y si la presa es madre especulan desde afuera con llevarle o no al niño para que la visite. Hay mucha manipulación y a veces no vuelven, las dejan solas. Por eso se genera una unión y una hermandad muy fuerte entre las reclusas. Lazos muy estrechos y a veces relaciones amorosas que ni se habían planteado cuando estaban afuera.

—¿Alguno de los personajes surgió después de ese trabajo previo de investigación y visitas?
—Varios. Hay rasgos de la personalidad y motivos de encierro que se inspiraron en las historias que nos contaron algunas de las mujeres presas con las que conversamos.

—Te voy a pedir un concepto de las actrices que encabezan el elenco. Empecemos por Rita Cortese.
—La conozco desde que hicimos juntos Sol negro. Es una actriz de una contundencia impresionante, capaz de ordenar todo solamente con su presencia. Cuando Rita está en el set hay otra energía. Todos sienten la necesidad de observar lo que hace para tratar de seguirla, porque es una mujer muy profunda y una señora actriz. En términos actorales impone autoridad y nos trajo la seguridad que necesitábamos trasladar al resto del elenco.

—Lorena Vega.
—Lorena también es una actriz contundente, pero sobre todo funciona desde una amplia paleta de colores. Te da todo: emoción, fuerza y resistencia. Como su personaje, la Zurda, tiene ese rasgo característico de querer ir al frente y ofrecer batalla, pero también está allí para brindar algún tipo de consejo maternal.

Rita Cortese y Gerardo Romano en
Rita Cortese y Gerardo Romano en «En el barro».

Foto: Consuelo Oppizzi / Netflix

—Cecilia Rossetto.
—Es el folclore y el arrabal. En las reuniones previas nos contaba que iba mucho a cantar a las cárceles de mujeres. Mientras la escuchaba, la veía claramente como una líder. En su caso nos obligó a cambiar la dirección e ir por más con su personaje, por eso es un ejemplo de las cosas que fuimos modificando sobre la marcha. No todos los personajes tenían originalmente la edad con la que finalmente aparecen. Y los más jóvenes aportaron una muy interesante cuota de rebeldía. Por eso antes de que la menciones voy al ejemplo de Ana Rujas.

—¿Cómo llegó Ana Rujas a este proyecto?
—En uno de los viajes de trabajo que hicimos con Pablo Culell, un productor español nos habló de una serie de Los Javis que no conocíamos y especialmente de Ana Rujas. Yo no la conocía y cuando vimos la serie me enloquecí. Hacía mucho que no veía una actriz con tanta potencia, soltura y desfachatez. Quería sumarla a la segunda temporada de En el barro, pero terminó haciendo la primera. Nos unió el destino, porque no habíamos encontrado todavía a la actriz para el personaje que terminó haciendo. Ana es muy hermosa, pero su belleza no opaca lo intimidante y sádica que puede ser en la historia.

—Valentina Zenere.
—La vi por primera vez a través de mis hijos por lo que hizo en Élite. Es muy irreverente en el mejor sentido de la palabra y lleva todo ese atrevimiento a sus personajes. Cuando la vi haciendo de Nahir Galarza terminó de convencerme. Queríamos un personaje a primera vista frágil, pero a la vez con muchas capas y ese misterio que lleva a preguntarnos al verla si es culpable o inocente.

—María Becerra.
—Nos llamó y nos dijo que quería participar porque es fanática de El marginal. Nos sorprendió a todos, porque tiene un talento para la actuación que va a dejar a todo el mundo con la boca abierta. Tiene muchísimas condiciones. Se para bien, mira bien, dice bien. Y tiene una enorme sensibilidad en la mirada. Lo que tenía que hacer no era nada fácil y superó por completo mis expectativas. Además aportó la cortina musical.

—Nos queda Ana Garibaldi.
—Ana es contundente y sensible al mismo tiempo. Puede manejar una banda de matones y enfrentar a toda una mafia, como lo hizo en El marginal, y al mismo tiempo quebrarse por la pérdida o la caída de algún familiar con la misma fuerza. Con Gladys se metió en la piel del público. Mostrarla ahora sin la contención que le brindaban los Borges, desolada y despojada de todo eso, es muy atractivo. Tiene algo muy potente en la mirada, con esos ojos azules que te endulzan y te intimidan a la vez. Nos dio todas las garantías actorales y un gran carisma. Es nuestra nave insignia para entrar desde El marginal al mundo de En el barro.

—¿Cuánto tiempo llevaba tu productora, Underground, sin hacer ficción en la Argentina?
—Casi un año. Estuvimos supervisando unos cuantos proyectos fuera del país, pero acá llevábamos entre nueve y diez meses sin hacer nada. Se hizo bastante larga la espera. Ahora tenemos un par de estrenos pendientes como una serie que grabamos el año pasado en Uruguay y la segunda temporada de En el barro.

—¿Ya está lista?
—Las grabaciones sí. Hicimos todo el rodaje en un lugar que iba a entrar en demolición, 14 manzanas. Logramos que se retrasara un poco ese proceso para poder construir una cárcel ahí adentro. Por eso grabamos las dos temporadas de corrido, sin descanso. Al día siguiente de terminar la última escena de la temporada 1 estábamos empezando con la segunda.

Sebastián Ortega es la cabeza detrás de
Sebastián Ortega es la cabeza detrás de «En el barro», lo nuevo de Netflix.

Foto: Hernan Zenteno – La Nacion

—¿Cómo está parada Underground en todo este contexto actual?
-Gracias a Dios estamos en un momento de bastante movimiento, trabajando con proyectos en desarrollo para casi todas las plataformas de streaming. Algunos ya grabados que se están terminando de editar y otros en etapa de escritura. Hoy estamos abocados íntegramente a los contenidos para plataformas. Hubo un intento en un momento de hacer una doble ventana entre un canal abierto, que era Telefe, y una plataforma, pero hoy los recursos que te brinda el streaming son mucho más generosos. En la TV de aire es prácticamente imposible hoy hacer ficción.

—Ahora volvieron a producir y a filmar.
—El año pasado se nos armó una especie de embudo, llegamos a grabar al mismo tiempo tres proyectos en tres países diferentes. En el barro acá, otro en Uruguay y un tercero, muy ambicioso, en Colombia. Hubiésemos preferido empezar con uno y después pasar al otro, pero no siempre logramos acomodar el calendario y tener la disponibilidad que nos gustaría.

—¿Y qué imaginás o proyectás para el futuro inmediato desde tu experiencia y conocimiento?
—Depende de dónde lo miremos. Mirando la realidad desde el contenido que hacen algunos influencers en YouTube o las empresas de streaming como Olga, Blender o Luzu, lo que se vuelve cada vez más familiar es la rapidez con la que entran y salen los contenidos. Antes lanzábamos una tira y la ola duraba todo el año, de febrero a diciembre. Hoy los tiempos cambiaron. Ayer estábamos en las noticias con una cosa y a los 2 minutos apareció otra y la tapó. Nadie volvió a hablar de ella. El vértigo por un lado es bueno y por otro no, porque te empezás a preguntar por el sentido de trabajar dos años seguidos sobre un mismo tema.

(Marcelo Stiletano/La Nación)

Redacción

Fuente: Leer artículo original

Desde Vive multimedio digital de comunicación y webs de ciudades claves de Argentina y el mundo; difundimos y potenciamos autores y otros medios indistintos de comunicación. Asimismo generamos nuestras propias creaciones e investigaciones periodísticas para el servicio de los lectores.

Sugerimos leer la fuente y ampliar con el link de arriba para acceder al origen de la nota.

 

- Advertisement -spot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisement -spot_img

Te Puede Interesar...

Video: así fue el momento en que un tren embistió a un taxi que trató de cruzar con las barreras bajas en Flores

Las autoridades porteñas revelaron minutos atrás el video del tren que embistió a un taxi cuyo conductor trató de...
- Advertisement -spot_img

Más artículos como éste...

- Advertisement -spot_img