En una nueva medida vinculada al plan de Seguridad Integral, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires informó que incorporará 1.000 nuevos policías para tareas de patrullaje antes de fin de año. Según indicaron, la iniciativa apunta a fortalecer la presencia policial en la vía pública y “mantener el orden”, en línea con otras acciones implementadas desde el inicio de la actual gestión. El Jefe de Gobierno, Jorge Macri, destacó que incorporar personal para cuidar presos en las comisarías permitirá «liberar policías que estaban cumpliendo una tarea para la no habían sido formados».
El anuncio se realizó esta mañana durante el acto de egreso de efectivos que cursaron el programa NICE (Nuevos Ingresos con Experiencia), una capacitación diseñada para incorporar a personas con antecedentes en otras fuerzas de seguridad y que tengan la baja en la fuerza de origen. De acuerdo a lo anunciado por las autoridades, el objetivo es incorporar cerca de 2.500 efectivos con este tipo de capacitación hacia principios de 2027.
La ceremonia fue encabezada por Macri en la sede del Instituto Superior de Seguridad Pública (ISSP), ubicado en el barrio de Parque Avellaneda, y allí lo acompañaron el jefe de Gabinete de Ministros, Gabriel Sánchez Zinny; el ministro de Seguridad, Horacio Giménez; y el director del ISSP, Martín López Zavaleta. “Incorporar personal con experiencia nos permite movernos rápido y liberar policías que estaban cumpliendo una tarea para la que no habían sido formados. Esos policías pueden volver a la calle para seguridad de los porteños”, sostuvo Macri.
Los efectivos egresados del curso NICE fueron asignados a la Dirección Autónoma de Alcaldías, donde cumplirán funciones relacionadas con la custodia de personas detenidas. A partir de esto, los policías que antes cumplían ese rol serán reasignados a tareas de patrullaje en distintas zonas de la ciudad.
Pese a que tiene delitos transferidos, la Ciudad no tiene un Servicio Penitenciario y mantiene una puja con Nación para conseguir que le trasladen dicha competencia. Las conversaciones entre Jorge Macri y la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, avanzaron aunque sin una resolución de momento. Desde la salida de Waldo Wolff como ministro de esa cartera porteña se estabilizó el número de traslados de detenidos por delitos federales en comisarías porteñas a cárceles del servicio Penitenciario Federal. Asimismo, Ciudad avanza en la creación de su Servicio Penitenciario para un universo de 600 detenidos juzgados por delitos transferidos como aquellos que incluyen armas de fuego o lesiones en riña. Esa disputa probablemente sea una de las discusiones en la campaña que se avecina si finalmente Bullrich es candidata a senadora.
El ministro de Seguridad porteño, Horacio Giménez, destacó la importancia de sumar efectivos con experiencia previa: “Fortalecer nuestra policía con oficiales experimentados que se suman a los cadetes que egresan año tras año es una forma de mejorar la seguridad de nuestros vecinos”.
Según datos oficiales, en lo que va de 2024 ya egresaron 1.600 nuevos agentes del ISSP. A estos se sumaron 1.000 efectivos que anteriormente cumplían tareas administrativas y, más recientemente, otros 900 egresados. Actualmente, la Policía de la Ciudad cuenta con más de 27.000 oficiales.
El gobierno porteño también informó que en los últimos meses se incorporó infraestructura y equipamiento, como patrulleros, motos, cuatriciclos, armas de baja letalidad y chalecos antibalas con sistema de localización. Además, se instalaron nuevas cámaras de seguridad que, según datos oficiales, cubren el 82% del territorio de la Ciudad.
En paralelo, continúa en funcionamiento el Anillo Digital, un sistema que incluye 814 pórticos lectores de patentes en 74 accesos a Buenos Aires. Según las autoridades, este sistema contribuyó a reducir un 40% el delito automotor. También se instalaron 350 Puntos Seguros en plazas, centros de trasbordo y estaciones de subte, desde los cuales se puede contactar directamente al 911 en caso de emergencia.