Este viernes, Wanda Nara aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza después de un viaje laboral a la Ciudad de México, donde participó en la grabación de la nueva temporada del reality Love Is Blind (Netflix).
Con un look relajado y gafas oscuras, la conductora avanzó por la terminal y al cruzar las puertas de salida, se encontró con un nutrido grupo de periodistas listos para preguntarle por uno de los temas que más ruido había generado en las últimas horas: la reconciliación de L-Gante con Tamara Báez.
El revuelo había comenzado el día anterior, cuando el cantante dio una entrevista en Mujeres Argentinas (El Trece) y confirmó que volvió a acercarse a la madre de su hija, Jamaica. En ese mismo reportaje, el artista sorprendió al revelar que había dejado de seguir a Wanda en redes sociales para ver si así se le «borra un poco más de la mente”.
Con ese contexto, y tras un largo vuelo, Wanda fue recibida con micrófonos y cámaras apuntando hacia ella. Ante la insistencia de los cronistas, respondió con una frase cargada de ironía: “Menos mal que estoy muy bien de la autoestima porque bajo del avión y te da ganas de pegarte un tiro con ustedes”, lanzó entre risas, dejando claro que estaba dispuesta a contestar, pero sin perder su estilo directo.
Consultada ante las cámaras de Puro show (El Trece) sobre su vínculo con el músico, ella dejó en claro que no hay rencores: “Yo lo quiero un montón y le deseo lo mejor. Lo quiero. Nunca me van a escuchar hablar mal de él, me quedo con los momentos re lindos que pasamos y nada, es una amistad y le deseo lo mejor… No voy a decir que fue un pasatiempo porque hablaría quizás mal de mí. Yo lo respeto mucho. Lo quiero, quiero su familia, él quiere a la mía y bueno, nada y la verdad que yo lo sigo siguiendo…”.

Uno de los momentos más tensos de la rueda de prensa fue cuando le mencionaron que Tamara Báez había dicho que ella había roto su familia. La respuesta de Wanda fue firme: “Yo cuando lo conocí, él estaba con otra chica, así que no, no me metí en ninguna relación. Eso lo aclaré mil veces…”.
Luego, agregó una reflexión que dejó en evidencia su postura frente a los comentarios que recibe: “Yo no me puedo hacer cargo por lo que digan los demás de mí”, afirmó, sin dar más detalles pero cerrando la puerta a nuevas polémicas.
La escena en Ezeiza mostró a una Wanda relajada, sonriente por momentos, pero también decidida a poner límites. Mientras arrastraba su valija y atendía a las cámaras, habló de L-Gante con afecto y respeto, sin entrar en provocaciones ni alimentar conflictos. Su discurso buscó transmitir que, aunque su relación con el cantante fue muy comentada, hoy queda en un plano de amistad y cariño mutuo.
Con su regreso, Wanda retoma sus compromisos en Buenos Aires y deja atrás el capítulo mexicano, pero la atención mediática sigue puesta en sus movimientos, sus declaraciones y, sobre todo, en cómo seguirá este ida y vuelta mediático con L-Gante y Tamara Báez.