Por Equipo DFSUD / Foto: Archivo I Publicado: 14:00
La Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero) encendió una alarma sobre la situación crítica que atraviesa la industria en la región, afectada por las distorsiones en el comercio global generadas por la sobreproducción y el entramado de subsidios al acero y productos industriales en China.
«Esto está afectando el empleo, la producción y la competitividad en América Latina», acusó el organismo.
Mientras que la producción de acero crudo en América Latina cayó un 13% entre 2021 y 2024, el share del acero laminado importado sobre el consumido en Latinoamérica se encuentra en niveles récord, alcanzando el 40,3% durante el primer semestre de 2025.
«Las exportaciones chinas de acero terminado y semiterminado hacia la región han crecido un 233% en los últimos 15 años y las de acero indirecto (contenido en productos terminados que tienen acero, como: heladeras, autos o maquinarias) 338% entre 2008 y 2024″, apuntó el organismo.
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Producir acero y productos finales de su cadena de valor no es una decisión basada en la oferta y en la demanda en China, sino en la premisa de generar empleo y desarrollo en su país. Por eso, «impulsan una serie encadenada de subsidios que le permiten venderle al mundo por debajo de los costos reales de producción, muchas veces sin una demanda real asociada: desde el uso de tierra e infraestructura inicial, créditos e inversiones subsidiadas, hasta exenciones impositivas, energía a bajo costo y regulaciones que limitan la competencia externa», comentó, añadiendo que «los subsidios en China son 10 veces mayores que en los países de la OCDE».
Al mismo tiempo, recacó que lo que está en juego no es solo una industria, sino el futuro industrial de toda América Latina porque «la cadena de valor del acero genera 1,4 millones de empleos en la región, empleos de alto valor que permiten movilidad social ascendente y desarrollo económico sostenible. Sin embargo, la región enfrenta un proceso de desindustrialización preocupante: el PIB industrial regional se ha reducido 4% desde la década de 1990 y América Latina perdió 5,3 puntos porcentuales en la participación de productos manufacturados dentro de sus exportaciones totales, pasando de un 52,8% (2000-2009) a un 47,2% (2020-2023)».
Algunos países se defienden con medidas comerciales que muchas veces resultan lentas o poco efectivas. Como consecuencia, terminan absorbiendo exportaciones que originalmente estaban destinadas a aquellos países que sí aplicaron mecanismos de defensa más eficientes.
Ezequiel Tavernelli, director ejecutivo de Alacero, comentó que “los gobiernos deben actuar con mayor rapidez y decisión, implementando medidas de defensa comercial que nivelen el campo de juego y protejan a nuestras industrias de prácticas desleales”.
“El momento de promover la industria de América Latina es ahora. Necesitamos una estrategia integral con países y regiones que comparten nuestras mismas reglas de mercado, para seguir generando oportunidades en todo nuestro continente. No se trata de cerrar mercados, sino de garantizar condiciones justas de competencia. América Latina tiene el talento, los recursos y las capacidades para desarrollar una industria sostenible y competitiva”, concluyó.