El 13 de noviembre de 2022 un cuádruple asesinato cambió para siempre la historia de Moscow, una ciudad universitaria de Idaho. Cuatro jóvenes de 20 y 21 años murieron tras ser apuñalados más de 50 veces por Bryan Kohberger, un joven criminólogo que recién en 2025 se declaró culpable de la masacre.
La brutal escena del crimen fue la residencia donde vivían Kaylee Goncalves y Madison Mogen, ambas de 21 años; Xana Kernodle, y su novio, Ethan Chapin, de 20.
Hubo dos sobrevivientes, Dylan Mortensen y Bethany Funke, de 21 años, que estaban en el sótano de la propiedad, y recién ocho horas después supieron lo que había pasado.

Una de ellas, Dylan, vio al asesino cuando huía de la propiedad, y pudo brindar datos claves para el posterior reconocimiento del sospechoso. Todos esos detalles luego fueron incluidos en el documental Una noche en Idaho: los asesinatos en la universidad, disponible en Amazon Prime Video.
La calle King Road era famosa por las fiestas de las fraternidades, y las reuniones de universitarios que se mudaban cada año para empezar sus carreras. A partir de este cuádruple asesinato, hubo un éxodo de estudiantes, y recién al mes del atroz crimen detuvieron a Kohberger.

Hubo una coincidencia genética con la única prueba que los investigadores encontraron en la escena del crimen, la funda de un cuchillo Ka-Bar, que contenía ADN del presunto asesino.
La policía descubrió que Kohberger había comprado un cuchillo idéntico unos meses antes, sumado a videos de cámaras de vigilancia donde se veía su coche blanco cerca de la residencia.
El joven tenía 28 años al momento de los hechos, y cursaba un doctorado en criminología. Muchos de sus profesores lo consideraban «brillante», e incluso fue ayudante de cátedra y luego docente por tener uno de los mejores promedios.
Las autoridades se llevaron todos los discos duros de sus computadora y buscaron alguna conexión que explicara de dónde conocía a los cuatro universitarios, pero jamás encontraron nada que lo vincule directamente con las víctimas.

Cuando en julio de 2025 el juez Steven Hippler le pidió que explicara sus acciones antes de dictar la decisión, Kohberger le respondió: «Respetuosamente, me niego».
El magistrado Hippler lo definió como «el peor de los peores», y expresó: «Estamos ante un cobarde y una tragedia sin sentido de cuatro víctimas, y el responsable pasará toda su vida tras las rejas».
Luego lo condenó a cuatro cadenas perpetuas, una por cada estudiante asesinado, y le ordenó el pago de 55.000 dólares para la familia de cada víctima, que fundaron ONGs para honrar la vida de sus hijos y brindan becas universitarias en sus nombres.
El presunto video de Bryan Kohberger en la cárcel y la «tortura psicológica» de los reclusos
El nombre de Kohberger volvió a estar en las tendencias de Google en Estados Unidos, y se hizo viral también en la red social X, debido a un presunto video de diez segundos de duración, donde se lo ve en su celda, dentro de su celda de máxima seguridad.
Se lo ve deambular de un punto al otro en el pequeño habitáculo, mientras deja un objeto en un estante, observa sus manos, visiblemente enrojecidas, y permanece de pie, pensativo por breves instantes.
Creepy Bryan Kohberger gets no expectation of privacy in prison. pic.twitter.com/x84KNCsHkM
— JLR© (@JLRINVESTIGATES) August 15, 2025
«Estamos al tanto de los videos que circulan en línea y estamos investigando el asunto», declaró el Departamento Correccional de Idaho en una publicación en redes sociales.
«Si bien aún no podemos confirmar la veracidad de los videos, de verificarse, constituyen una clara violación de la política del IDOC y los responsables serán responsables, e incluso podrán ser despedidos», aseguraron, y aclararon que grabar y compartir públicamente imágenes de la prisión no solo está prohibido, sino que pueden implicar un procesamiento penal.
Además trascendió un informe penitenciario donde reportan las quejas de Kohberger por el trato que recibe en prisión, sobre todo de otros presidiarios.

En diálogo con la revista People, el detective de homicidios retirado que ahora trabaja para la Fundación de Casos Sin Resolver, Chris McDonough, aseguró que «lo están volviendo loco».
«Los reclusos lo atormentan por la noche y casi a todas horas del día, provocándolo a través de las rejillas de ventilación de su celda», declaró al citado medio.
«Patean las puertas, se están burlando de él, y lo están torturando mediante psicología», sostuvo. «La buena noticia es que los reclusos aparentemente lo estaban esperando, y ya le están haciendo la vida absolutamente miserable», dijo sin filtros el detective.
«Aunque Kohberger se queje constantemente con los guardias, no hay nada que puedan hacer porque no corre ningún peligro físico», comentó McDonough.
«Estamos al tanto de las quejas de Kohberger sobre lo que él considera burlas, pero es común que las personas encarceladas se comuniquen de esa forma entre sí en prisión», declaró el oficial de información pública Blake Lopez.

«Bryan Kohberger está solo en una celda, y el personal de seguridad del IDOC mantiene un entorno seguro y ordenado para todas las personas bajo nuestra custodia», aseguró Lopez.
Las interacciones entre reclusos son muy limitadas, cada uno vive en celdas individuales, se los traslada con dispositivos de contención, y se les proporcionan duchas cada dos días, además de una hora diaria de recreación al aire libre en «la jaula», como llaman al patio enrejado hasta el cielo.
Otro documento compartido por People, un informe presentado por el cabo Brett Payne del Departamento de Policía de Moscow, coincide y describe que Kohberger tiene «una serie de hábitos molestos» para sus compañeros, como lavarse las manos decenas de veces por hora, lo que algunos internautas supusieron que puede explicar la irritación que se observa en el video.