Un Robinson R44 tuvo que realizar un amerizaje de emergencia esta mañana en aguas de La Barceloneta. El helicóptero, dedicado a los vuelos turísticos, con capacidad para tres pasajeros y un piloto, estaba realizando un clásico viaje panorámico por la costa de Barcelona, un vuelo de unos cinco-seis minutos que sobrevuela las playas hasta la desembocadura del río Besós para dar la vuelta y regresar al punto de despegue, el helipuerto de la Autoridad Portuaria de Barcelona, operativo desde 2004.
Según fuentes directas del operador, en un momento del vuelo, el piloto ha notado la pérdida de sustentación del rotor, una situación conocida como hundimiento con potencia y en cuestión de segundos ha seguido el protocolo para efectuar una toma de emergencia. Al no contemplarse poder aterrizar en la playa, el piloto del Robinson de la empresa SkyTour BCN ha activado los flotadores de emergencia, que se han inflado inmediatamente y se ha posado en el mar.
Ni los pasajeros ni el aviador han sufrido daño alguno, y ante lo sucedido, la lancha Salvamar Mintaka, una de las unidades de Salvamento Marítimo con base en Barcelona, ha acudido inmediatamente a la zona y se ha encargado de acercarse al aparato para llevar a los ocupantes a tierra. Luego, una lancha de la Guardia Urbana ha sido la responsable de remolcar al helicóptero, que ha quedado a flote, hasta su base en el helipuerto de la bocana norte del puerto comercial.
Con una grúa ha sido sacado del agua y el aparato fue posteriormente guardado en uno de los dos hangares de la instalación, donde ha quedado precintado de cara a que los investigadores, entre ellos los de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil y los cuerpos policiales asignados, puedan determinar qué es lo que ha ocurrido y redactar un informe al respecto.
Imagen del helicóptero amerizado en la Barceloneta
Propias / Javier Ortega Figueiral
Los vuelos turísticos frente y sobre Barcelona se vienen dando desde hace dos décadas con dos tipos de viajes: los más breves, a lo largo de la costa con la ciudad como escenario se vuelan en aparatos monomotor como los Robinson R44, aparatos cuatriplazas, que vuelan en todo el mundo y han formado a futuros pilotos en casi todas las escuelas de formación.
Hay una segunda ruta que vuela sobre la ciudad, aunque en este caso, el operador ha de utilizar, por ley, aparatos biturbina para, en el caso de un muy improbable fallo de motor, siga volando con el otro. Estos vuelos sobre diferentes puntos de interés de Barcelona despegan tanto del helipuerto de Barcelona como del aeropuerto de Sabadell.
Ni los pasajeros ni el aviador han sufrido daños en el accidente
“Evidentemente, lo que ha sucedido es algo indeseado, aunque con lo que ha pasado esta mañana se ha demostrado que un piloto seguramente no active unos flotadores de emergencia en un caso real en toda su vida profesional, aunque cuando pasa, ahí están listos y se demuestra su utilidad, como así ha sucedido hoy en Barcelona”, comenta un piloto de Robinson con muchas tomas realizadas en el helipuerto de Barcelona y que prefiere mantener la discreción y su criterio sobre lo sucedido hasta que no se redacte un informe oficial.
De los cuatro ocupantes del Robinson dos ya han abandonado Barcelona y están volando a su ciudad de origen en un avión, una pasajera se ha quedado en Barcelona y el piloto ayudó en el remolque de su helicóptero. Este último no imaginaba que hoy su jornada de vuelos finalizaría remolcado por una lancha de la Guardia Urbana a la que normalmente ve navegando desde el cielo en su puesto de pilotaje.
