El tricolor se impuso 3-1 frente a Progreso en el Gran Parque Central y alcanzó los 55 puntos en la tabla acumulada, por lo que le sacó seis de ventaja a Peñarol.

Foto: Estefanía Leal.
Después de una semana tormentosa donde estuvo en riesgo la continuidad de su entrenador, para Nacional no importaba la forma, simplemente debía ganar para sacarle seis de ventaja a Peñarol en la Tabla Anual. Y lo logró derrotando 3-1 a Progreso en el Gran Parque Central.
Con la vuelta de Lucas Villalba a la oncena titular y el ingreso de Paolo Calione en reemplazo del suspendido Julián Millán, el tricolor comenzó siendo protagonista. De hecho, a los 3’ ya se había puesto en ventaja. Luciano Boggio fabricó una falta sobre el sector izquierdo y se encargó de ejecutar el tiro libre. Le puso la pelota en la cabeza a Maxi Gómez y el “9” decretó el 1-0 para llegar a su segundo festejo desde el arribo al club.

Foto: Estefanía Leal.
Después el tricolor tuvo varios momentos de imprecisión, pero lo que no le faltó fue ímpetu. Cuando Gómez logró establecer conexiones con Villalba llegó el peligro. Eso fue lo que sucedió a los 17’, aunque Alejandro Prieto logró cortar justo a tiempo cuando estaba a punto de recibir el Diente López.
No fue el mejor partido del 7, que estuvo impreciso en la pelota quieta y a la hora de dar el último pase. Boggio tuvo en sus pies un tiro libre peligroso a los 27’, pero Nicolás Gentilio le ahogó el grito de gol sobre su palo izquierdo. Cinco más tarde, el Gaucho pagó con la misma moneda: centro desde la derecha y frentazo a la red de Franco López para colocar el 1-1 parcial.

Foto: Estefanía Leal.
Lejos de amedrentarse por el golpe duro, el anfitrión lo siguió intentando: llegó el centro de López, el despeje a medias de Gentilio tras el duelo aéreo con Gómez y la definición potente de Villalba, que reventó el travesaño.
Después hubo un recital de insultos de la hinchada visitante, que cobraron notoriedad ante la ausencia de público local, y a un minuto del final de la primera parte Nacional tuvo su premio. Gómez condujo en ofensiva, encontró el pase filtrado para Christian Oliva y el “8” definió a la perfección para darle un alivio a Peirano.
En el arranque del complemento, el volante se perdió el doblete debajo del arco, pero a los 55’ estiraron la ventaja luego de una nueva asistencia de Gómez y la definición de Juan Cruz de los Santos para el 3-1. En tanto, el Gaucho recurrió a la falta constante y la diferencia física se hizo evidente con el transcurso de los minutos. Incluso el anfitrión tuvo chances para decretar una goleada.
A fin de cuentas, Nacional puso un alto al fuego con fútbol, los jugadores respaldaron a su entrenador y el equipo ganó tranquilidad en la acumulada.
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