Este fin de semana, Giovanna Diotto Callejón, la hija de María Fernanda Callejón y Ricky Diotto, celebró su cumpleaños número 10 con una fiesta soñada que tuvo de todo: baile, color, música y mucha emoción. La pequeña disfrutó de un evento pensado especialmente para ella, rodeada del amor de sus padres, sus amigas y amigos, y un despliegue digno de un cumpleaños inolvidable.
El festejo incluyó propuestas para todos los gustos. Desde maquillaje artístico con glitter y tatuajes temporales, hasta un DJ en vivo que puso a bailar a grandes y chicos. También hubo inflables, piñata, pantallas led, una torta personalizada, cotillón luminoso y una pista de baile que se convirtió en el centro de la celebración.

En sus redes sociales, Callejón compartió un emotivo posteo dedicado a su hija, acompañado por un video con las mejores imágenes de la noche. “HOY TU SUEÑO ES REAL. ¡Una década cumplida! Con un festejo muy especial a todo dancing, magia y diversión, con tus amigas y amigos, como te lo merecés hijita mía. A seguir soñando, creciendo en libertad y rodeada de amor”, escribió la actriz, visiblemente emocionada por este nuevo paso en la vida de su hija.

Uno de los momentos más comentados de la fiesta fue el instante de la torta. Allí, Gio se mostró sonriente junto a sus papás, quienes dejaron de lado sus diferencias para compartir juntos la alegría de su primogénita. La imagen de los tres abrazados frente a las velitas se convirtió en un símbolo de unión y madurez, especialmente después de meses de tensiones mediáticas y enfrentamientos legales entre la actriz y el odontólogo por la división de bienes y la cuota alimentaria de Gio.

Ese gesto dejó en claro que, más allá de las diferencias, ambos priorizaron la felicidad de su hija. La postal se volvió un mensaje claro de que el amor de padres puede superar cualquier conflicto cuando se trata del bienestar de los hijos.

La noche estuvo marcada por risas, coreografías improvisadas y un clima de pura alegría. Los chicos disfrutaron de cada propuesta y no faltó la clásica piñata, que desató gritos y corridas para atrapar caramelos y sorpresas.
En el cierre, la pista se encendió con cotillón divertido: vinchas luminosas, anteojos de colores y serpentinas que sumaron aún más energía a la fiesta. Giovanna, radiante, sopló las velitas con una sonrisa inmensa y la certeza de estar rodeada de todo el amor que necesita en esta nueva etapa de su vida.

Con este festejo, la hija de Callejón y Diotto marcó el inicio de una nueva década de sueños, aprendizajes y aventuras. Y tanto su mamá como su papá dejaron un claro mensaje: el amor y la unión familiar siempre estarán presentes cuando se trata de celebrar a Gio.