En el norte de Dinamarca, una mamá donó el pony de montar de su hija a un zoológico para que se lo coman los leones. Entre que lo sacrifique un veterinario o que le sirva de alimento a otros animales, eligió lo segundo.
Pernille Sohl, de 44 años, ofreció el pony alemán “Chicago 57” de su hija al Zoológico de Aalborg en respuesta a una solicitud de donaciones de animales sanos «para ser sacrificados suavemente” previo a ser utilizados como alimento.
“Van a ser sacrificados de todas formas”, reconoció la mujer en conversación con el Times UK. Sohl, que dirige una granja de animales de compañía para niños con problemas de salud mental en Assens, tomó la cuando Chicago 57 iba a ser sacrificado en una veterinaria.
El animal, que en ese entonces tenía 22 años, sufría irritación y tenía heridas abiertas a causa de un eczema provocado por picaduras de mosquitos. Ya prácticamente no podía caminar.

Sohl entonces dejó que su hija Angelina decidiera qué hacer. “Le presenté distintas opciones y eligió la del zoológico porque era la más lógica”. La joven, que ya había pasado por la experiencia de que un veterinario sacrificara a una mascota, quería que el animal le sirviera a otros animales.
Por su gesto, aunque fue completamente desinteresado, Sohl recibió una deducción fiscal de 100 coronas danesas (15,62 dólares).
Sohl dio la nota al Times después de que se viralizara un comunicado del zoo de Aalborg con la consigna.
El zoológico hizo un posteo en Facebook en el que solicita donaciones de animales para alimentar a otros. Argumentó que tiene “la responsabilidad” de imitar la cadena alimentaria natural de los animales, tanto en términos de bienestar animal como de integridad profesional. “Nada se desperdicia y garantizamos el comportamiento natural, la nutrición y el bienestar de nuestros depredadores”.
En la publicación se invita a “donar mascotas pequeñas”, como pollos, conejos y cobayos, que necesiten ser sacrificados “por diversas razones”.
“Son una parte importante de la dieta de nuestros depredadores, especialmente el lince europeo, que necesita presas enteras similares a las que cazaría en su hábitat natural”, explicó el zoo.

En Aalborg, la gente ya donó 22 caballos, 137 conejos, 53 pollos y 18 cobayos para alimentar a leones, tigres y linces, entre otros carnívoros.