Mark Anthony Kirby, de 38 años y oriundo de Prescot, Merseyside (Inglaterra), murió tras ser mordido por una araña venenosa que había adquirido por internet apenas tres semanas antes.
El hombre había comprado cinco arañas y se obsesionó con ellas, según explicó su expareja, Kayleigh Gill, a Echo. A pesar de que él tenía fobia a los insectos, ella que cree que esta fijación creció porque vivía solo y quería una mascota que lo acompañe.
Poco después de recibir las arañas, Mark fue consciente de la mordida de una de ellas, pero decidió no asistir al hospital.
Los primeros síntomas inquietantes
Una semana después de la mordedura, Mark comenzó a presentar síntomas similares a una gripe: fiebre, dolores en las extremidades y cambios en la sensación térmica (sensación de demasiado frío o demasiado calor).
Kayleigh contó que durante un almuerzo familiar en Escocia él se mostraba animado y hacía bromas en la mesa, por lo que nadie sospechó la gravedad de lo que estaba atravesando. Solo al volver a casa, cuando los síntomas se hicieron más fuertes, comprendieron que necesitaba atención.
El pasado 2 de agosto, Mark llamó a Kath, la hermana de Kayleigh —que vive justo enfrente de su apartamento en Knowsley— manifestando dificultades para respirar. Pocos minutos después, se desplomó en su casa. La excuñada llamó al 999 (el número de emergencias local), pero a pesar de los esfuerzos de los paramédicos por salvarle la vida, no fue posible.
La causa oficial de la muerte aún no fue confirmada, aunque la familia sospecha firmemente que fue por envenenamiento, consecuencia de la picadura. Tampocó se comunicó públicamente que tipo de araña se trataba.

El homenaje de su familia
Kayleigh lo recordó como un hombre “divertido, cariñoso, extrovertido, sociable, un padre brillante para nuestros dos hijos y siempre el alma de la fiesta”. A pesar de su separación, seguían en contacto por sus hijos y mantenían un buen vínculo, tras 16 años de relación.
Gill recordó que, mientras estuvieron juntos, Mark solía evitar cualquier contacto con insectos porque le tenía miedo y pensaba en proteger a sus hijos de posibles riesgos. Sin embargo, cuando comenzó a vivir solo, encontró en las arañas una inusual forma de compañía.
La familia expresó su rechazo a que cualquier persona pueda comprar arañas potencialmente peligrosas sin restricciones. “No deberían poder comprarse estas arañas en línea; debería exigirse una licencia para poseerlas”, afirmó Kayleigh.
El funeral de Mark se llevará a cabo este martes 19 de agosto, al mediodía, en Prescot. Familiares y amigos asistirán para despedirlo y rendirle homenaje y declararon en redes sociales que «será extrañado profundamente».

Los expertos coinciden en que las muertes por picadura de araña son extremadamente raras, tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos. Por ejemplo, en Gran Bretaña existen aproximadamente 650 especies de araña —de las cuales apenas 12 pueden morder humanos— y solo dos o tres causaron mordeduras realmente graves.
Según un portavoz del Museo de Historia Natural británico, el problema reside en la falta de percepción del riesgo ante insectos o arácnidos poco comunes.