Enviado a Buenos Aires, Argentina
La ilusión de Peñarol se comenzó a desmoronar cuando apenas transcurrían seis minutos de partido en Avellaneda. Un tempranero gol de Racing tiró abajo toda la estantería del equipo de Diego Aguirre que no logró repetir lo hecho en la ida, perdió 3-1 con un increíble gol en la hora y quedó eliminado de la Copa Libertadores en los octavos de final.
Y la noche empezó como terminó: mal. Porque más allá de que el aurinegro tuvo la primera acción ofensiva con Ignacio Sosa como volante por la izquierda, inmediatamente después y con el impresionante empuje de su gente, La Academia se adueñó de la cancha, de la pelota y de todas las acciones importantes.
El equipo de Gustavo Costas empezó a generar mucho peligro y cuando apenas transcurrían seis minutos, abrió el marcador para el delirio de toda su gente en el Cilindro. Centro al área, rebotes varios y Adrián Martínez la mandó a guardar. Maravilla no solo puso el primero sino que, además, cortó una larga racha de partidos sin anotar.
Todo eso ocurrió después de dos llegadas claras del local, la primera con un centro de Gastón Martirena desde la derecha, un despeje y un pedido de penal por parte de Racing desestimado por el árbitro Wilmar Roldán, y de un fuerte remate de Agustín Almendra desde afuera del área que pasó muy cerca del palo derecho de Brayan Cortés. Hasta ahí, lo de Peñarol fue totalmente nulo. El aurinegro se mostró como un equipo tibio, sin ideas y sobre todo, sin respuestas a lo que proponía Racing, que a esa altura se lo estaba llevando por delante ante toda su gente.

Foto: AFP.
Pero después de una gran atajada de Gabriel Arias a Silvera a los 13’, apareció una vieja receta aurinegra: la pelota quieta. A los 14’, Jesús Trindade ejecutó de gran forma un tiro de esquina y Nahuel Herrera la mandó al fondo de la red para poner el 1-1 y hacer delirar a los más de 4.000 fanáticos que viajaron directo a Avellaneda.
Tres minutos después, Nacho Sosa -de gran despliegue a lo largo del partido- tuvo otra chance con un remate muy suave y en 25 minutos Peñarol ya había lanzado cuatro tiros de esquina mostrando que lo de los primeros minutos había quedado atrás.
Aunque Racing, con el empuje de su gente, fue al frente. A los 29’ apareció Brayan Cortés con una muy buena atajada y a los 32’ Marcos Rojo anotó de cabeza, pero el tanto fue anulado tras la revisión del VAR por infracción del defensor argentino. Todo seguía igual. Un tiro libre de David Terans a los 38’ fue la siguiente aproximación mirasol en un cierre de primer tiempo que tuvo al local como dominador, pero sin poder concretar.

Foto: Nicolás Pereyra.
Otra historia
Racing salió con todo a jugar el complemento y otra vez, empuje de la gente mediante, se intentó llevar por delante a un Peñarol que comenzó mejor parado en defensa y que además, lograba soltarse de contragolpe con buenas pelotas de Remedi y Terans buscando a Silvera, batallador incansable en la ofensiva aurinegra. Adrián Balboa, que complicó bastante a la zaga de Peñarol, tuvo una chance clara a los 50’ y se lo perdió de cabeza y del local hubo poca cosa más en ese pasaje del encuentro que iba a volver a tener a Peñarol protagonizando contragolpes. A los 66’, el Carbonero salió a toda velocidad por izquierda con Sosa y luego con Remedi, que habilitó a un Cangrejo Cabrera que cuando fue a definir, se encontró con un tremendo cierre de Marcos Rojo. Un minuto después, Remedi lo dejó de frente al arco a Sosa pero el volante no definió bien.
Mientras tanto, Aguirre ya había reforzado la zaga con el ingreso de Pedro Milans por Terans a los 60’ y luego, mandó a la cancha a Matías Arezo por Silvera a los 68’. Pero nada cambiaba, Racing intentaba con la iniciativa y Peñarol buscaba la contra. Así estaba planteado el juego.

Foto: AFP.
Pero a los 79’ apareció la gran polémica de la noche en Avellaneda. Pelota al área para Duvan Vergara, quien sacó un fuerte remate que atajó Cortés y en el rebote, Wilmar Roldán le cobró penal a Emanuel Gularte sobre Maravilla Martínez. Esa jugada marcó el partido. Marcó la serie. La revisión en el VAR mantuvo la dudosa decisión del árbitro colombiano y eso poco le importó al ariete de Racing, que la mandó a guardar para poner el 2-1.
La llave aún estaba abierta y los entrenadores se jugaron a los penales. Aguirre mandó a la cancha a Lucas Hernández, Leandro Umpiérrez y a Leonardo Fernández, mientras que Costas sorprendió y sacó a Arias para poner a Cambeses.
Pero en la última jugada del encuentro y tras marcar nuevamente muy mal en una pelota quieta, Franco Pardo apareció por el segundo palo para anotar el 3-1, liquidar el partido y eliminar a Peñarol de la Copa Libertadores.

Foto: AFP.
Los errores defensivos, una grave falla arbitral y la ineficacia ofensiva, condenaron a un equipo mirasol que nuevamente dejó todo en la cancha, pero que se volvió de Buenos Aires con las manos vacías, masticando bronca.