Un popular vendedor de helados en Londres, Inglaterra, fue asesinado a puñaladas en un incidente que conmocionó a la comunidad local. Shazad Khan, de 41 años, fue atacado el pasado martes por la tarde.
La policía metropolitana confirmó que a las 6:10 p.m. recibió informes sobre un altercado en Monks Park, en Wembley, municipio de Brent, donde Khan fue encontrado gravemente herido.
A pesar de los esfuerzos de los paramédicos, fue declarado muerto en el lugar. Las autoridades comenzaron una investigación exhaustiva para entender las circunstancias del ataque.
La policía arrestó a un hombre de 26 años bajo sospecha de asesinato y a una mujer de 31 años por conspiración para cometer asesinato. Ambos permanecen detenidos mientras se realizan las indagaciones pertinentes.
“Nuestros pensamientos están con la familia y amigos de Shazad en este momento inconcebiblemente difícil”, expresó el superintendente jefe de detectives Luke Williams, comandante de la policía local del noroeste de Londres.
Investigación en curso: el asesinato que conmocionó a Wembley
Asim Mahmood Butt, testigo presente en el lugar del crimen, contó a los medios presentes —como Mirror y Daily Mail— que conocía a Khan, a quien describió como “un vendedor de helados muy conocido”.
Relató que llegó al lugar del crimen y vio el cordón policial aún en pie y mencionó que Khan era un padre de familia, casado y con una hija pequeña.

“También conozco a sus hermanos, todos son locales. Todos solíamos jugar al cricket y al fútbol aquí en Monks Park”, contó Butt.
La furgoneta de helados de Khan, conocida por su distintivo oso de peluche en la parte superior, fue removida del lugar en horas de la mañana siguiente.
La policía investiga la naturaleza del conflicto que llevó al trágico desenlace. Según testimonios de la comunidad, un individuo con sudadera gris apuñaló a Khan en múltiples ocasiones.
Los investigadores solicitan a quienes tengan información, especialmente grabaciones de cámaras de seguridad de la zona, que se comuniquen con ellos.
Williams aseguró que “la inteligencia con la que contamos hasta ahora nos lleva a creer que no hay una amenaza amplia para el público”. Sin embargo, la presencia policial aumentó en el área como medida preventiva para tranquilizar a los vecinos.