Persecuciones en la calle y en las redes sociales que fueron tan fuertes que lo obligaron a irse a vivir a Turquía. Y todo por de una causa en la que lo terminaron absolviendo. Martín Cirio, también conocido por su personaje, «La Faraona» vio su vida y su popularidad caerse a pedazos, para luego resurgir de entre las cenizas y vivir su mejor momento.
En el año 2020, después de que su popularidad creciera exponencialmente gracias a sus videos cargados de humor negro, ácido y explícito, Cirio recibió una denuncia en la Justicia por una serie de tweets viejos en los que hacía chistes sobre la pedofilia. Y a pesar de que durante tres años todas sus computadoras, discos y cuadernos estuvieron embargados, las autoridades jamás encontraron pruebas sobre comportamientos inapropiados del humorista relacionados con menores de edad fuera de sus dichos en las redes.

A la espera de esta resolución, que tardó tres años en salir, Martín tuvo que sufrir una pérdida masiva de seguidores y una fuerte persecución en las redes sociales. Y esto no sólo lo padeció él, sino también sus amigos y los miembros de su familia. En medio de la tormenta, decidió autoexiliarse a Turquía en busca de un poco de paz.
Ya con su inocencia firmada por jueces en mano, decidió hacer su gran regreso, con un extenso comunicado en su cuenta de Instagram. «Un infierno que tardó tres años en resolverse pero finalmente HOY la justicia, que me investigó de pies a cabeza (literal, con allanamiento incluido) habló: confirma que soy inocente (siempre lo fui, solo que ahora tengo un papel que lo dice). No tengo nada que ver con las mentiras que se dijeron de mi«, expresó.
Luego, se preguntó: «¿Quién va a pagar por todo el dolor y la pérdida que me causaron? ¿Quién va a pagar por haberme destruido la vida?».
Lejos de quedarse con esa pregunta, usó ese momento oscuro de su vida para volver a nacer como persona y como figura pública. Para contar con lujo de detalles su verdad lanzó en YouTube Martín Cirio: El documental, un largometraje en el que se explaya sobre la demanda que recibió y todo el proceso judicial que determinó su inocencia. Y ese fue tan sólo el principio de su regreso triunfal.
Hacer humor sobre la oscuridad
Incluso antes de su cancelación, Martín hacía humor con algunos de los hechos más dolorosos de su vida, como la muerte de su padre o el momento en el que su familia atravesó un duro pasar económico. Y con cosas así no sólo hacía reír, sino que acompañaba desde la comedia a cientos de personas que estaban pasando por lo mismo.

Su acidez, en cierto modo, se multiplicó aún más después de las acusaciones que recibió, ya que, como él mismo dijo, perdió el miedo y la inhibición que le quedaban, y dejó de importarle lo que los demás puedan decir o pensar de él. Total, lo peor ya estaba instalado, y quienes lo creían nunca iban a dejar de hacerlo.
Lejos de dramatizar más su cancelación, la usó para su propio beneficio. Empezó a escuchar y ver fotos, audios y cuadernos que se llevó la policía en el allanamiento que le hicieron durante sus streams, provocando las carcajadas de sus seguidores. En el material, se lo ve cantar y bailar, sin demasiado talento, durante su adolescencia, por lo que los clips no eran ni más ni menos que reírse de sí mismo.
Más adelante, apareció nuevamente en su canal con segmentos como las Faranécdotas, donde cuenta vivencias de seguidores, a veces fuertes o traumáticas, pero siempre con humor. O las Faranews, algo así como un noticiero políticamente incorrecto sobre los temas más virales del día.

Y cuando le llegaron demandas de los famosos que menciona en sus videos (una de ellos fue la China Suárez), lejos de amargarse, también se burló de ellos y organizó las FaraFest, fiestas masivas en Uruguay y Argentina en las que recaudó lo que necesitaba para pagarles a sus abogados. Siempre en la misma línea, con humor ante todo.
De a poco, gracias a la transparencia que lo caracteriza, Cirio empezó a recuperar y ganar nuevos fans, o «tortugas», como se autodenominan sus seguidores. Hoy, cada vez que su humor ácido provoca que lo intenten volver a lo más bajo, son esas tortugas, que encuentran en sus videos una sonrisa para seguir adelante con la vida misma, las que lo salvan y lo defienden a capa y espada, a pesar de lo que puedan decir los demás.
En consecuencia, hace poco, Martín agotó dos Movistar Arena y sus shows, que prometen ser un repaso por todas sus etapas, con cientos de sorpresas, serán los próximos 9 y 11 de noviembre.

También llegó al millón de suscriptores en uno de sus canales de YouTube y se convirtió en uno de los 10 streamers más vistos en Twitch de habla hispana.
Incluso se animó a hacer hace poco su regreso a la TV en Otro día perdido, de Mario Pergolini, quien como ida y vuelta visitó el stream de Martín. Y si bien quienes no creen su versión de la historia (ni de la de la Justicia) lo criticaron, lo cierto es que fue unos de los programas más vistos del ciclo hasta el momento, y sus fans estuvieron firmes para defenderlo de todo y de todos.
Con este panorama, le pese a quien le pese, está claro que volvió al ojo público para quedarse, y, esta vez, con menos miedos, menos inseguridades, y muchas más certezas que preguntas.