El tipo de cambio mayorista encadenó tres jornadas al alza y alcanzó un nuevo máximo semanal. El dólar blue terminó como el más caro del mercado, mientras los futuros anticipan más subas hacia fin de año.
El dólar oficial volvió a subir en el mercado mayorista y cerró la semana con un incremento acumulado de $21, a pesar del fuerte apretón monetario aplicado por el Gobierno y la volatilidad en las cauciones a un día.
En la rueda del viernes, la divisa mayorista trepó $6 y terminó en $1.321, consolidando tres jornadas consecutivas en alza. En tanto, el minorista se ubicó en $1.337,23 en el promedio de bancos relevados por el Banco Central (BCRA), mientras que en el Banco Nación (BNA) finalizó a $1.335 para la venta.
Con estos valores, el dólar tarjeta o turista, así como el dólar ahorro (oficial minorista más 30% deducible de Ganancias), se posicionó en $1.735,5.
Entre los dólares financieros, el MEP avanzó 0,5% hasta $1.328,14 y el contado con liquidación (CCL) subió 0,6% hasta $1.332,10. El dólar blue, por su parte, cerró en $1.345, con un aumento semanal de $25, consolidándose como el tipo de cambio más caro del mercado.
El volumen negociado en el segmento de contado alcanzó los u$s540,7 millones, mientras que en futuros se operaron u$s1.586 millones. Los contratos de dólar futuro reflejaron expectativas de nuevas subas: el mercado proyecta un mayorista a $1.334,5 a fines de agosto y a $1.535 en diciembre.
Expectativa electoral y supertasas
El economista Gustavo Ber sostuvo que, pese al nivel elevado de las tasas reales, el tipo de cambio “amaga un gradual reacomodamiento en las últimas ruedas” y podría buscar consolidarse en torno a los $1.300. Sin embargo, advirtió que la búsqueda de cobertura electoral mantendrá la presión sobre el dólar.
Por su parte, Federico Sibilia, estratega de Renta Fija en Criteria, destacó la falta de equilibrio en la curva de pesos tras el desarme de las LEFIs y señaló que “el Gobierno decidió hacer todo lo posible para que no sobren pesos, pagando los costos que sean necesarios”.
En ese sentido, anticipó que el escenario de supertasas difícilmente se extienda más allá de octubre, ya que mantener tasas reales en niveles tan altos podría afectar al crédito privado y al rol del financiamiento en la actividad económica.