Redacción El Pais
El despliegue de tres barcos de guerra de Estados Unidos cerca de la costa de Venezuela revive viejos rumores de una intervención militar para derrocar a Nicolás Maduro, que a su vez responde con la movilización de tropas.
Tres destructores lanzamisiles se posicionarán en aguas internacionales frente a las costas de Venezuela. “Aprovechemos antes de que lleguen los gringos. ¡Es la última cena!”, bromea un comensal en un restaurante de Caracas. Es el tipo de comentarios que abundan en este país ante una eventual acción militar.
El despliegue representa un nuevo golpe a las relaciones entre ambos países, tensas desde la llegada del chavismo al poder hace 26 años.
El gobierno del presidente Donald Trump asegura que el despliegue militar en el Caribe busca combatir el narcotráfico e impedir la llegada de drogas a Estados Unidos. Además de los barcos, la prensa estadounidenses informó de un plan para enviar también 4.000 marines a la zona.

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Trump “está preparado para usar todos los medios del poder estadounidense para evitar que las drogas inunden nuestro país y traer a los responsables ante la justicia”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, al ser consultada sobre la posible movilización de soldados. “El gobierno de Maduro no es el gobierno legítimo de Venezuela, es un cartel del narcoterror”, agregó.
Estados Unidos acusa a Maduro de encabezar el Cartel de los Soles, que Trump catalogó de organización terrorista.
Washington ofrece así mismo una recompensa de 50 millones de dólares por información que lleve a la captura de Maduro, que por su parte habla de una lucha de “David contra Goliat” ante el “agresor” estadounidense.
El régimen chavista llamó al alistamiento en la Milicia Bolivariana, un cuerpo adscrito a la Fuerza Armada conformado por civiles.
Maduro ya antes anunció un plan de seguridad con 4,5 millones de milicianos, una cifra imposible de verificar.
“No sacó 4,5 millones de votos en la presidencial, ¿cómo va a tener 4,5 millones de milicianos?”, cuestionó Edward Rodríguez, analista político que trabajó antes con la oposición. Se refiere a la cuestionada reelección de Maduro para un tercer mandato consecutivo.
Estados Unidos ya hizo despliegues en el Caribe en el pasado. Pero en esta oportunidad coincide con el aumento de la recompensa contra el dictador venezolano. No se habla de otra cosa en Venezuela, entre bromas y preocupación.

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Mariano de Alba, especialista en geopolítica residente en Londres, ve “poco probable” una invasión. “Puede tratarse de una operación de corte psicológica para tratar de aumentar la presión”.
“Si el gobierno Trump realmente quisiera provocar un cambio de régimen” apostaría por una “acción sorpresa”, añadió De Alba, que indicó además que una invasión militar en Venezuela complicaría su postura para poner fin a la guerra en Ucrania.
Edward Rodríguez llegó no obstante a “analogías inevitables” con este escenario. “Recuerda las imágenes de (el exdictador panameño Manuel) Noriega retando a Estados Unidos y después con el traje naranja de prisionero”.
De Alba ve un “beneficio político” para Maduro, que normalmente culpa al “imperio yanqui” de una crisis económica de más de una década.
Hay un “esfuerzo mediático para tratar de resaltar que efectivamente su gobierno está bajo asedio y generar mayor cohesión interna”.
Al mismo tiempo, De Alba identifica el escenario perfecto para nuevas purgas dentro del chavismo, la Fuerza Armada y el arresto de más opositores.
Trump de su lado busca mostrarse “firme” frente a su base, estimó una fuente diplomática, al tiempo que De Alba y Rodríguez coincidieron en que el “momentum” sirve para relanzar a la débil oposición que encabeza María Corina Machado. “Lo más importante es que el tema Venezuela está de nuevo en la oficina Oval de la Casa Blanca”, destacó. AFP

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Apagones en varias zonas de Caracas
Varias zonas de Caracas sufrieron ayer viernes fallas en el sistema eléctrico, como apagones o fluctuaciones, así como localidades de Miranda y La Guaira. Tras el corte, que también afectó las telecomunicaciones, se registraron varios intentos para restablecer el servicio, pero este se volvía a caer segundos después. La estatal Corporación Eléctrica dijo que la falla se produjo tras las “fuertes precipitaciones con descargas eléctricas”.